"El agua aparece como verdadero elemento creador, también como símbolo de la fertilidad, de la maternidad".
"El bautismo como ingreso en la comunidad de Cristo es interpretado como un renacer que -en analogía con el nacimiento natural a partir de la inseminación masculina y la concepción femenina- responde a un doble principio: el Espíritu divino y el agua como madre universal de la vida natural, elevada a sacramento mediante la gracia a imagen gemela de la Theotokos virginal". (Photina Rech, vol2, p.303).
Joseph Ratzinger, "Jesús de Nazaret" Pags. 283 y 285.
"...aquella agua salvadora os sirvió a la vez de sepulcro y de madre."
De las Catequesis de Cirilo de Jerusalén (Catequesis 20, [Mistagógica 2], 4-6: PG 33,1079-1082)
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