"Lo dijo el Señor y nadie podrá contradecirle sin contradecirse a sí mismo.
Será demasiado tarde para poder quejarse contra el Señor como Job (7,20):
Centinela del hombre, ¿por qué me has tomado por blanco de tus enojos, hasta
hacerme intolerable a mí mismo?
Así es, Eugenio. Nadie puede ser enemigo de Dios y vivir en paz consigo mismo:
el que es acusado por Dios, es también acusado por si mismo".
Tratado de la Consideración, Libro 5, Cap.26,2 (San Bernardo)
Camino(s) ascendente(s):