Rendidos a tus plantas,
Reina y Señora, los cristianos te aclaman su Auxiliadora. Yo tus auxilios vengo a pedir, Virgen Santísima, ruega por mí. De este mar tempestuoso fúlgida estrella, cada vez que te miro eres más bella. Guíame al puerto salvo y feliz, Virgen Santísima, ruega por mí. En las horas de lucha sé mi consuelo, y al dejar esta vida llévame al cielo. En cuerpo y alma me ofrezco a Ti, Virgen Santísima, ruega por mí. |
Camino(s) ascendente(s):