JESUS - NICODEMO - ABDARON - BENJAMIN - ANAS -CAIFAS MALCO
DOS ALGUACILES - UN EXLISIADO - UN EXHIDROPICO - DOS TESTIGOS - CLAUDIA
(esposa de Lucio Poncio Pilato) -JUDAS
Interlocutores adicionales
UNA MUJER - UN EXPARALITICO - UN EXCIEGO - EL PDRE DEL EXCIEGO -
LA MADRE DEL EXCIEGO
Figurantes
ANCIANOS - ESCRIBAS - MAS ALGUACILES - VECINOS DE JERUSALEN
La acción se desarrolla en el despacho de la casa de Anás, en el salón del
Sanedrín, en un dormitorio del Pretorio y en
una calle de Jerusalén.
PREFACIO
San Mateo y San Marcos narran en este orden: A) Primer interrogatorio de Jesús ante Caifás (Mt 26,57-66; Mc 14,53-64) - B) Ultrajes a Jesús (Mt 26,67-68); Mc 14,65) - C) Negaciones de San Pedro (Mt 26,69-75; Mc 14,66-72) - D) Segundo interrogatorio de Jesús ante Caifás (Mt 27,1-2; Mc 15,1).
San Lucas sigue otro orden distinto: C) Negaciones de San Pedro (Lc 22,54-62) - B) Ultrajes a Jesús (Lc 22,63-65) - D) Interrogarorio de Jesús ante Caifás (Lc 22,66-71).
San Juan expone así: Aa) Jesús ante Anás (Jn 18,13) - Ca) Primera negación de San Pedro (Jn 18,15-18) - Ab) Interrogatorio de Jesús por Anás (Jn 18,19-23) - Ac Envío de Jesús a Caifás (Jn 18,24) - Cb) Segunda negación de San Pedro (Jn 18,25) - Cc) Tercera negación de San Pedro (Jn 18,26-27) - D) Envío de Jesús desde Caifás al pretorio (Jn 18,28). :fn id=nota1. Estrenada en el Teatro Beatriz Galindo de Madrid por la Compañía Vila-Davi, el 6 de abril de 1934. (Adaptación del texto tradicional en catalán, atribuído a Fra Antoni de Sant Jeroni, refundido por Salvador Vilaregut, estrenado en el Teatro Romea de Barcelona, por la misma compañía, el 3 de marza de 1933). :efn.
Don Luis Fernández Ardavín tituló "CUADRO IX" de sus ESTAMPAS DE LA PASION Y MUERTE DE N.S. JESUCRISTO,:fnref refid=nota1. "JESUS Y CAIFAS"; El "CUADRO X", "EL CANTO DEL GALLO"; el "CUADRO XI", "JESUS Y PILATO"; etc. :fn id=nota2. Retaule de la vida, passió i mort de Nostre Senyor Jesucrist, en quaranta-nou quadres. :efn.
El rector-arcipreste de Martorell, don Marcial Martínez Balaguer, en Esparraguera, el año 1952,:fnref refid=nota2. siguió este orden de cuadros: "[...] Jesús és presentat a Annàs, Jesús a casa de Caifàs, Desesperació i suicidi de Judes, Danses infernals. Acte cinquè: Negacions de Pere, Penediment de Pere, Jesús presentat a Pilat, [...]". :fn id=nota3. La Sagrada Passió de Jesucrist, en trenta-nou quadres. :efn.
Don Ramón Torruella Satorra estrenó en Esparraguera, el año 1960, un nuevo texto con el siguiente orden de cuadros::fnref refid=nota3. "[...] Jesús davant Anàs i Negacions de Pere / Procés Religiós de Jesús / Süicidi de Judes [...]" :fn id=nota4. JOAN POVILL I ADSERA, La Passió i Mort de N.S. Jesucrist, en cinquante-quatre quadres. :efn.
En La Passió d'Olesa de Montserrat,:fnref refid=nota4. desde 1949, el cuadro XXVII lleva por título "Jesús davant d'Anàs. El siguiente cuadro, el XXVIII, "Procés religiós de Jesús i negacions de Pere".
En dicho cuadro "L'escena partida per una paret representa, simuñtàniament, el pati interior de la casa de Caifàs a l'esquerre i, a la dreta, una interior amb bancs. Una porta practicable comunica el pati amb la sala. [.../...]".
Yo, siguiendo un orden sintético entre San Lucas y San Juan, he versificado
las negaciones de San Pedro en el acto V de la primera tragedia de este ciclo;
el arrepentimiento de San Pedro, en su epílogo; desarrollando la presentación de
Jesús ante Anás en el acto I de la segunda tragedia del ciclo, así como también
el proceso religiosos nocturno en el acto II; los escarnios, horacianamente en
el acto III; el proceso religioso diurno en el acto IV y la desesperación de
Judas, en el acto V.
:fn id=nota5.
Yo entiendo por ACCION DRAMATICA, la libre actuación del personaje protagonista
del drama, movido por una pasión humana. Por ejemplo: la actuación de San
Pedro, quien movido por su SOBERBIA presuntuosa, fue desde la intrepidez de
llegar a acometer con una espada, hasta la cobardía de negar conocer a su
Maestro.
En el desarrollo de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor
Jesucristo, protagonista pasivo, he hallado varias acciones dramáticas: la
se San Pedro, la de Judas, la de Pilato, la de José de Arimatea y la de los
soldados guardianes del Santo Sepulcro.
quadres.
:efn.
He usado de la licencia poética de colocar la acción dramática,:fnref refid=nota5. que termina en el atrio o patio de la mansión pontifical (Tragedia de la Soberbia de San Pedro); antes que la otra acción dramática simultánea históricamente en el tiempo, la cual tiene efecto en el interior de dicho edificio después de haber cruzado el atrio o patio los alguaciles del Templo, quienes traen preso a Jesús, aunque la preparación a dicha acción dramática (escenas I, II y III del acto I de la Tragedia de la Ambición de Judas) transcurra evidentemente antes de tal llegada.
Cuando se representaren en una misma sesión ambas tragedias, no habría inconveniente en ofrecer al público, el acto I de La Ambición de Judas antes que el acto V y/o el epílogo de la Soberbia de San Pedro (suprimiendo la escena I) para proseguir la representación con el acto II de La Ambición de Judas.
Si se iniciare la sesión con esta tragedia, podría hacerse preceder por el acto I de La Soberbia de San Pedro, a guisa de PRÓLOGO, ya que en él, se halla el tema de la tragedia de La Ambición de Judas:
Me voy desengañando del Mesías
que no liberta a su oprimida patria,
La controversia de Jesús con lo sacerdotes (Jn 8,23-59) versificada en el acto II, no tuvo lugar tras se detención, sino en el Templo de Jerusalén (Jn 8,20). En cuanto al acto IV, el Evangelio dice: "Los pontífices y todo el sanedrín buscaban contra Jesús, un testimonio para matarlo". (Mc 14,55).
Me ha parecido oportuno presentar como testigos a una mujer y a unos hombres sanados por Jesús a fin de exponer algunas curaciones milagrosas.
En cuanto a lo demás, dejando a parte el delirio de Claudia soñando (acto III) me he limitado a combinar y versificar textos bíblicos, a fin de que esta obra pueda merecer esta sentencia: "Se non è vero, è ben trovato".
El Estructurador Dramático.
ANÁS |
¡Qué momentos tan llenos de zozobra! A darme novedades nadie viene: el tiempo va pasando sin demora y este problema nunca se resuelve. |
|
ANÁS |
¡Oh Nicodemo! Calmas mi impaciencia: el más puntual del Sanedrín, tu eres. |
NICODEMO |
Mi padre me decía, cuando niño: "Nunca has de ser el último que llegue". |
ANÁS |
Mi yerno nos convoca en esta noche, para tomar medidas muy urgentes contra ese galileo que, a sí mismo, se ha proclamado «Cristo» y lo mantiene en el monte, en poblados, en el templo y el ignorante vulgo así lo cree. |
ESCENA III
BENJAMÍN |
¡Rabbí! ¿Somos puntuales o no somos?... |
ANÁS |
Sí; mas no tan puntuales como es éste. |
ABDARÓN |
Con uno de sus propios seguidores, hemos pactado para que lo entregue. |
BENJAMÍN |
Convinimos su precio en treinta siclos. |
NICODEMO |
¡¿Por la vil plata, a su Maestro vende?! |
ABDARÓN |
Ya empezó a declinar su buena estrella. |
BENJAMÍN |
No puede confiar ni en sus más fieles. |
ABDARÓN |
Nos lo van a traer. |
BENJAMÍN |
-¿Qué duda cabe?........ |
NICODEMO |
¿Esta vez no será como otras veces?...... |
BENJAMÍN |
Ya no responderán, de asombro mudos: "¡Nadie nunca jamás habló cual éste!" |
ANÁS |
¿Serán los alguaciles embaucados? |
ABDARÓN |
¿Acaso hay quien de los propios jefes o, entre los fariseos, que en él crea?...... |
ANÁS |
Esta caterva de ignorante plebe desconoce la Ley y son malditos. |
NICODEMO |
¿Permite nuestra ley que se condene antes de haber oído al acusado y antes de que sus cargos se demuestren? |
ANÁS |
¿Acasos eres también de Galilea? Investiga y verás, claro y patente, que no surgió jamás profeta alguno de Galilea, la región estéril. |
BENJAMÍN |
¿De Galilea ha de venir el «Cristo»? |
ABDARÓN |
¿Acaso, en la Escritura, no se lee»? que ha de ser del davídico linaje y de Belén, la aldea de los reyes? |
BENJAMÍN |
Él nació en Nazaret. |
NICODEMO |
¿Estáis seguros? |
ABDARÓN |
Lo pregonan así todas las gentes. |
BENJAMÍN |
Y le han apellidado "El Nazareno". |
NICODEMO |
Creo que es testimonio muy endeble para probar su origen con certeza. |
ANÁS |
No entiendo, oh Nicodemo, qué pretendes. |
NICODEMO |
Que obremos con prudencia en este juicio y que nuestros impulsos no nos cieguen: haya ecuanimidad entre nosotros: sus hechos que lo acusen y condenen. |
ANÁS |
¿Qué haremos? |
NICODEMO |
Ya que ese hombre hace milagros..... |
ABDARÓN |
Si le dejamos proseguir, advierte que todo el Pueblo va a creerlo el «Cristo» y vendrán los romanos con sus huestes a destruir el Templo y su Arca Santa y a exterminar a todos los creyentes. |
BENJAMÍN |
Dijo Caifás, el Sumo Sacerdote: "Vosotros no sabéis lo que conviene: ¿No discurrís que es preferible que uno muera por todo el Pueblo, antes mil veces que, al Exterminio, la Nación perezca?". |
ABDARÓN |
Eso dijo Caifás, cual Sumo Jefe del Sacerdocio y, no por propio impulso profetizó lo que es más conveniente: "Debe morir Jesús por Nuestro Pueblo". |
BENJAMÍN |
Si, así ha de ser, también por los ausentes a fin de reunirlos en un reino. |
ABDARÓN |
Mas después de vencer a los infieles. |
ANÁS |
Juremos que Jesús, el Nazareno,...... |
ABDARÓN |
Para salvar a todos,....... |
BENJAMÍN |
¡Morir debe! |
ABDARÓN |
¡Por Sión! (Alza la mano) |
BENJAMÍN |
¡Por Israel! (Alza la mano) |
ANÁS (Alzando la mano mira a Nicodemo) |
¿Y tú, no juras?.... |
NICODEMO |
Déjamelo pensar. |
ANÁS |
Lo harás en breve. |
ABDARÓN |
Nadie volverá a oír que predicamos, en nombre de Moisés, que debe hacerse cuento mandemos; mas, que no haga nadie como nosotros, porque solamente decimos y no hacemos. Liamos cargas y, sobre las espaldas de los débiles, las colocamos; mas, nosotros mismos ni con el dedo asimos las más leves. |
BENJAMÍN |
No se oirá que hacemos buenas obras para que los demás nos las contemplen, porque ensanchamos nuestras filacterias, las franjas de los mantos y sus pliegues. |
ABDARÓN |
Que ambicionamos los primeros puestos en reuniones, fiestas y banquetes; que, en las calles y plazas, nos saluden y, por nuestro saber, nos reverencien. |
BENJAMÍN |
¡Basta de sus insultos y amenazas! No quiero oír reproches como éste: "¡Ay de vosotros, que pagáis el diezmo de la menta, el comino y lo más leve, y descuidáis lo que es más importante: la justicia, la fe y compadecerse!" "Esto hay que hacer, sin omitir lo otro". "¡Ciegos, que obrando de tan nimia suerte, coláis mosquitos y os tragáis camellos!" |
ABDARÓN |
Nos decía: "¡Farsantes insolentes, los que limpiáis lo externo de la copa y del plato; mas dentro quedan heces!" "Fariseo cegado, limpia tú antes el interior de todo recipiente, que así, conseguirás al mismo tiempo que también su exterior limpiado quede". |
BENJAMÍN |
Y aun añadía más: "¡Ay de vosotros, fariseos y escribas, mequetrefes, porque sois semejantes a sepulcros que, por de fuera, están resplandecientes; pero, por dentro, están llenos de huesos y de carroña, que se pudre y hiede!" |
ABDARÓN |
Y que nosotros, vistos desde fuera, que seamos justísimos, parece; pero, por dentro, actúan nuestros vicios y nuestra hipocresía los envuelve. |
MALCO |
¡Salve, Rabino Anás! He aquí el preso. |
ANÁS |
El templo cuenta con custodios fieles. que, con armas y el tesón a prueba, cual ángeles del Cielo, jamás duermen. |
(A jesús) |
He oído decir que tu predicas una doctrina nueva a nuestra plebe. ¿Cuántos te van siguiendo, Galileo? ¿Quienes son y de dónde ellos provienen? ¿Qué doctrina tú enseñas? |
JESÚS |
Yo he hablado a plena luz del sol, públicamente enseñé en sinagogas y en el Templo. donde concurren quienes son más fieles. Nada he dicho en secreto. ¿Me interrogas? ¿Por qué?. Pregunta a aquellos, que retienen lo que oyeron de mí y he enseñado: saben cuanto yo dije exactamente. |
MALCO |
¿Así respondes a quien te interroga? ¿A quien su autoridad sobre ti ejerce? (Le da un bofetón) |
JESÚS |
Si, acaso, yo hablé mal, muestra en qué ha sido; mas, si he hablado bien, ¿por qué me hieres? |
ANÁS |
Que te interrogue el Sumo Sacerdote: la gravedad del caso lo requiere |
JESÚS (Aparte) |
Mientras cruzaba el atrio cantó el gallo y Pedro ya ha negado conocerme. Fragilidad humana ante el peligro: el miedo atemoriza al más valiente. |
MALCO |
Veremos si respondes altanero al Sumo Sacerdote. Si no tienes ni pizca de respeto a lo sagrado. Si tu actuación es propia de un demente. |
ABDARÓN |
Paso a Caifás, el Suma Sacerdote. |
BENJAMÍN |
Y al Sanedrín, que junto con él viene. |
CAIFÁS |
Oh Jesús, hijo de José Artesano, llegó el momento de aclarar quién eres. |
JESÚS |
Vosotros sois de abajo, yo de arriba: yo no soy de este mundo. Vuestra suerte, dije ya que es morir en el pecado: sino creéis quién soy, pecaréis siempre. |
CAIFÁS |
¿Quién eres? |
JESÚS |
Este mismo que yo os dije desde el principio y absolutamente al hablar con vosotros sin ambages: Soy El Que Soy: le pese a quien pese. El Que Me envió es veraz y enseño al mundo, lo que Yo escuché de Él. |
BENJAMÍN |
No se comprende a quien está aludiendo de esa forma. |
CAIFÁS |
¿A quién con tal enigma te refieres? |
JESÚS |
Cuando al Hijo del Hombre hayáis alzado, conoceréis quien soy y que obedece mi actuación al designio de mi Padre: Él me enseñó, para que Yo os enseñe. Y El Que Me ha enviado, siempre está conmigo: No Me ha dejado solo, porque siempre hago lo que Le agrada. |
CAIFÁS |
¿Eres el Cristo?..... |
JESÚS |
Quienes, en mi enseñanza permanecen, mis discípulos son. La Verdad misma conoceréis y ella os liberte. |
ABDARÓN |
Descendemos de Abrahán y nunca esclavos fuimos de nadie: ¿Cómo te atreves a decir "La Verdad os hará libres"? |
JESÚS |
En verdad, en verdad, el que comete pecados, es esclavo del Pecado. Y el esclavo no queda para siempre en la casa. Y el hijo, sin embargo, en la heredad se queda y permanece. Si el Hijo os hace libres, seréis libres y, en verdad, lo seréis completamente. Bien sé que sois, de Abrahán la descendencia y, a pesar de ello, deseáis mi muerte, porque no halla cabida mi Palabra en vosotros, ni es fácil que penetre. Yo digo lo que oí junto a mi Padre y vosotros hacéis lo que os sugiere vuestro padre. |
BENJANÍN |
¡Es Abrahán! |
JESÚS |
Si fuerais hijos de Abrahán, haríais obras excelentes. Y, sin embargo, prtendéis matarme, porque os he dicho la verdad más fuerte, la que escuché de Dios: no hizo Abrahán eso: vuestro padre os dirige y envilece. |
ABDARÓNN |
Nosotros no nacimos de adulterio: es nuestro padre, Dios únicamente. |
JESÚS |
Si Él fuera vuestro padre, me amaríais, porque salí de Dios y Él os da bienes: no vine por mí mismo, me envió el Padre. ¿Por qué vuestras conciencias no comprenden estas palabras? Porque mi doctrina no podéis admitir, pues, sois simiente del Diablo, vuestro padre, y sus deseos queréis cumplir haciendo cuanto él quiere. Él, homicida fue desde el principio y, nunca en la verdad, él se mantiene, porque en él, nada existe verdadero. Cuando, engaño y mentiras, el prefiere, habla de la que es suyo: es mentiroso, padre de la Mentira y de quien miente. Y, porque os digo la verdad, en cambio, no me creéis. ¿Quién de vosotros puede de pecado acusarme? Si yo digo la Verdad, ¿por qué habéis de no creerme?. El que es de Dios, escucha sus palabras y no las escucháis precisamente porque no sois de Dios. |
ABDARÓN |
¿Razón nos falta al afirmar que un extranjero eres y estás endemoniado? |
JESÚS |
Endemoniado yo no estoy; sino que honro reverente a mi Padre y me estáis escarneciendo. Yo no busco mi gloria: hay quien la mueve y hará justicia. Yo, en verdad, os digo: Todo el que mis palabras, fiel observe, esté seguro, sin dudarlo un punto que no verá la muerte eternamente. |
BENJAMÍN |
Ya sabemos que estás endemoniado, pues, murió Abrahán y los profetas mueren. Y tu dices "Quien guarde mis palabras, no gustará jamás su propia muerte"? |
ABDARÓN |
¿Eres tú, pues, mayor que nuestro padre Abrahán, el cual murió? |
CAIFÁS |
¿Quién ser pretendes?.... |
JESÚS |
Si yo me glorifico, nada vale; pero es mi Padre, quien mi gloria mueve, Aquél de quien decís que es el Dios vuetsro y no lo conocéis. Yo si os dijese que no lo he conocido, cual vosotros, sería un mentiroso y un aleve; mas, lo conozco y guardo su Palabra. Abrahán, por ver mi día, estuvo alegre: lo vio y quedose lleno de entusiasmo. |
CAIFÁS |
Todavía cincuenta años no tienes, ¿y has visto al padre Abrahán? |
JESÚS |
En verdad, digo que existo Yo desde antes que él naciese. |
ABDARÓN |
Si hubiera piedras te lapidaríamos. |
CAIFÁS |
¡Blasfemo! |
UN ESCRIBA |
¡Osado! |
UN FARISEO |
¡Impío! |
BENJAMÍN |
¡Irreverente! |
CAIFÁS |
Para que este proceso legal sea hace falta que algunos manifiesten los hechos delictivos de este hombre para que, por la Ley, se le condene. Este proceso, al punto, detengamos y llamemos testigos fehacientes, que declaren a plena luz del día cuanto sobre él conozcan, a los jueces. |
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CLAUDIA |
Veo en un patio, a un hombre maniatado, con los ojos vendados: indefenso entre otros que le escupen y golpean y se deleitan en escarnecerlo. Y mi esposo, entretanto, está ignorante de que es atropellado aquel Derecho, que impera por las tierras de la Tierra e irradia por los tiempos de las tiempos. "ACUÉRDATE, ROMANO, ES TU DESTINO LAS NACIONES REGIR, CON EL IMPERIO. Y SERÁN, PARA TI, PRECIADAS ARTES IMPONER LA COSTUMBRE DEL SOSIEGO, RESPETAR AL QUE, HUMILDE, SE SOMETE Y HACER MORDER EL PLVO A LOS SOBERBIOS". ¿Eres Mercurio, quien del alto Olimpo viene a advertirme y muestra caduceo? ¿Te envía el Padre, Dios Óptimo Máximo, o eres letal visión, maligno sueño, que sugiere Alastor para cebarse en mi congoja, angustia y sufrimiento?...... ¡No!... No me importa a mí saber quien seas, sino que Lucio se mantenga recto, sin ceder nada del poder que ejerce con el augusto nombre de Tiberio. ¡Ay de nosotros, Lucio, en una tierra, donde se nos observa con recelo!............ ¡Ay de nosotros, Lucio, entre enemigos Siempre con prevención, siempre al acecho!....... Donde, para impedir que impere el Crimen, debes mostrarte sanguinario y fiero: y, hasta en los sacrificios más solemnes, has de mezclar la sangre vil de aquéllos, que, ¿cómo van a ser fieles a Roma, si, a sus enseñas, faltan el respeto?!.... ¡Lucio mío!... ¡prudencia a todo trance!.... ¡No te dejes llevar por sus manejos!... Por la sombra de Anquises, te lo imploro, quien le mostró la gloria de este imperio a Eneas, fugitivo de sus lares, indemne del metal, salvo del fuego; mas, errante y sin patria hasta que el Lacio, con Lavinia le dio un lugar perpetuo. Por aquella alma, que llenó de asombro al hijo y la sibila, ante el portento de aquella clara estirpe del Troyano llegare a dominar el mundo entero. ¡Mantente firme, Lucio! ¡por la loba! que amamantaba a Rómulo y Remo! ¡Firme, cual ella, estática en su bronce a todas las presiones resistiendo! ¡Firme, cual su metal, impenetrable e inmutable a las lluvias y a los vientos! ¡Firme, cual su materia, que perdura desafiando el paso de las tiempos!!! |
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EXLISIADO |
Allá en Cafarnaún, hará dos años un sábado, me hallaba yp presente dentro la sinagoga, con mi mano derecha seca, cuando él aparece. "Levántate y de pie, en medio de todos, colócate", me dijo y a los jefes: "¿Es lícito hacer bien o mal en sábado? ¿que se salve una vida o que se deje perder?" Y, en derredor mirando a todos, él me ordenó: "Tu mano seca extiende". La extendí y me quedo curada y sana cual la otra mano, que lo estuvo siempre. |
EXHIDRÓPICO |
Mis piernas se doblaban bajo el peso del agua acumulada dentro el vientre. Yo era hidrópico y fui curado en sábado: tomándome la mano, dijo: "vete". |
EXPARALÍTICO |
Pasé tendido treinta y ocho años, esperando que un ángel removiese las aguas del estanque de Betesda. Me vio y me dijo: "Ser curado quieres?" Le respondí: Quienquiera que tu seas, señor, no tengo a nadie que me eche cuando se agita el agua en la piscina: Y, así, postrado, sin poder moverme, antes de llegar yo, se me adelantan y se cura el primero, que se mete. "Álzate, toma tu camilla y márchate". - me mandó -. Obedecí y pude valerme. Algunos, que me vieron, me advirtieron: "Es sábado y no es lícito que lleves tu camilla". -¿Qué hacer, si quien me cura, me ordena que la tomo y me la lleve?..... Me preguntaron: ¿Quién es el que ha dicho "Cárgate tu camilla al hombro y vete"? Como no lo sabía, no lo dije. Poco después, me encuentra casualmente en el Templo y me dice: "Ya estás sano: no peques más, no sea que te aqueje algo peor". -Entonces yo ya supe quien era y lo grité públicamente. |
ALGUACIL A |
Paso a Caifás, el Sumo Sacerdote. |
ALGUACIL B |
Y a todo el Sanedrín, que con él viene. |
ANÁS |
Se constituye el Tribunal Sagrado, a pesar de estos días tan solemnes, que recuerdan el fin del yugo egipcio, que sacudieron nuestros ascendientes, guiados por Moisés y con la ayuda de Aquel que, desde el Cielo, nos protege. (Todos de inclinan) |
CAIFÁS |
Demos gracias al Todopoderoso. |
TODOS |
Y alabemos su Santo Nombre siempre. |
CAIFÁS |
¡Gloria al Dios de Israel! |
ABDARÓN |
¡Gloria al Altísimo, dador de libertad, paz y bienes! |
BENJAMÍN |
Al que nos prometió enviar al Mesías, para que sobre todo el Mundo reine. |
ABDARÓN |
Que comparezca el reo por blasfemia a declarar delante de los jueces. |
MALCO |
Aquí tenéis atado al prisionero, Sacerdotes, Ancianos y Escribientes. |
CAIFÁS |
Desatadle al instante, para que hable y sin molestias ni dolor se exprese. |
ANÁS |
Vamos, pues, a juzgar a este presunto de conculcar las más sagradas leyes. |
CAIFÁS |
Jesús, nacido de José Artesano, ante este tribunal, hoy compareces: Dígnate responder a unas cuestiones, que confunden y agitan a la plebe. |
ABDARÓN |
¿Por qué tus seguidores, sin respeto, ejercen los más bajos menesteres en sábado, que es día consagrado? |
BENJAMÍN |
¡Espigas arrancaban de las mieses! |
JESÚS |
¿No habéis leído, en los sagrados textos, que David y los suyos juntamente, cuando tuvieron hambre, penetraron en la Casa de Dios, para comerse los panes, que nos es lícito gustarlos, sino a los sacerdotes solamente?...... ¿No habéis leído que los sacerdotes violan este descanso, sin que pequen ofreciendo en el ara, sacrificios?...... Os digo que tenéis aquí presente algo mayor que el Templo. (Pausa) Es el descanso para que el hombre, fuerzas recupere. y, en nombre del descanso, ¿es razonable que se mande privar que se alimente? El Hijo es también dueño del descanso. Si lo que significa comprendieseis "Quiero misericordia y no ascetismo", absolveríais a unos inocentes, porque Señor del Sábado es el Hijo y el Hijo, como tal, dispensar puede. |
CAIFÁS |
¿Crees lícito, pues , sanar en sábado? |
JESÚS |
Si alguno de vosotros poseyese ina oveja y cayera en una hoya, en sábado, ¿no irá inmediatamente a cogerla y alzarla? (Pausa) Pues, entonces, ¿cuánto más vale un hombre que mil reses? (Pausa) Así es lícito obrar bien aun en sábado. ¿Me prohibís curar, por consiguiente?.... |
CAIFÁS |
Quien pueda atestiguar que él sana en sábado, en nombre de la Ley, hacerlo debe. |
EXHIDRÓPICO |
Yo era hidrópico y fui sanado en sábado: tomándome la mano, dijo "vete". |
MUJER |
Durante dieciocho años yo estuve toda encorvada, sin poder valerme, hasta que entré en la sinagoga, un sábado y él, que estaba enseñando, me requiere en alta voz: "Mujer, te quedas libre, de esa tu enfermedad". Sobre mi extiende sus manos y, al instante, me enderezo. |
CAIFÁS |
No sirve el testimonio de mujeres, aunque valga entre galos y romanos, armenios, persas y demás infieles. |
ABDARÓN |
Ni la mujer, ni el siervo, ni la casa, ni el campo, los aperos, ni los buetes ni el asno, que posee tu vecino permite Nuestra Ley que se desee. |
BENJAMÍN |
Pues, la mujer es posesión del hombre, como cualquiera de sus otros bienes. |
MUJER |
Disculpad la ignorancia que tenía de mis derechos y de mis deberes. |
CAIFÁS |
Jesús, ¿por qué trabajas tú los sábados? |
JESÚS |
Como mi Padre, Yo trabajo siempre. |
ANÁS |
¿Podemos tolerar que padre propio llames a Dios, igual a Dios haciéndote? |
JESÚS |
En verdad, en verdad, digo que el Hijo puede hacer lo que hacer al Padre, viere. |
CAIFÁS |
Prosiga el juicio y tome la palabra aquel joven, que está tan impaciente. |
EXCIEGO |
Yo ignoraba la luz y, en un murmullo, oí una voz, que acongojada inquiere: Maestro, ¿quién pecó: él mismo o sus padres para que ese infeliz, ciego naciese? (Pausa) "Ni él ni sus padres". -dijo-. Ésta es la causa: que las obras de Dios se manifiesten". (Pausa) "Es necesario aprovechar el día con obras buenas, pues, la noche viene y nadie podrá obrar". "Soy luz del mundo, mientras estoy en él, por tiempo breve". (Pausa) Después sentí humedad en mis pupilas y una voz me ordenó: "A lavarte vete en las aguas tranquilas del Enviado". Obedecí, me lavo y, de repente supe qué era la luz, qué eran las formas y que hay un astro, que la vista hiere. |
ABDARÓN |
¿No es ése el que vivía de limosna? |
BENJAMÍN |
Es él. |
ANÁS |
- No es él, más bien se le parece. |
EXCIEGO |
Soy yo. |
BENJAMÍN |
¿Cómo se abrieron esos ojos? |
EXCIEGO |
No me vais a creer, aunque os lo cuente. |
CAIFÁS |
¿Cómo? |
EXCIEGO |
- Ese preso, quien Jesús se llama, hizo lodo, me untó y me dijo: "Vete a lavarte al estanque del Enviado". (Pausa) Fui, me lavé y ya vi la luz del éter. |
CAIFÁS |
¿Fuiste sanado en sábado? |
EXCIEGO |
En efecto. |
ANÁS |
Ese hombre no es de Dios. |
BENJAMÍN |
- No se comprende que un pecador, que el sábado quebranta, pueda obrar un milagro tan patente. |
CAIFÁS |
Y tú, ¿qué dices de ese que te ha abierto los ojos? |
EXCIEGO |
-Que es profeta |
ANÁS |
-Mientes. |
ABDARÓN |
-Mientes. |
CAIFÁS |
Que declaren sus padres |
ABDARÓN |
-¿Es el hijo, que os nació ciego? |
BENJAMÍN |
-¿Cómo ve al presente? |
PADRE DEL EXCIEGO |
Sólo sabemos que éste es hijo nuestro y nació ciego; pero, como puede ver, ignoramos. |
MADRE DEL EXCIEGO |
-Preguntadle a él mismo, pues, hablará por sí, que edad, ya tiene. |
ANÁS (Al exciego) |
-Tú, si naciste ciego y ves ahora, da gloria a Dios: sabemos ciertamente que ese hombre es pecador. |
EXCIEGO |
-Si es un impío, no lo sé; mas, yo he visto de repente. |
ABDARÓN |
¿Qué te hizo? |
BENJAMÍN |
-¿Cómo abrió tus ciegos ojos? |
EXCIEGO |
-Ya os lo dije ¿queréis que yo os recree los oídos contándolo de nuevo? ¿Queréis que él sea, acaso, vuetro jefe? |
ABDARÓN |
-Sé tú su seguidor. |
BENJAMÍN |
-Nosotros somos, de Moisés, seguidores y, a Dios, fieles. |
ANÁS |
-Y sabemos que Dios, desde la zarza, le habló a Moisés; más, ese, a quien defiendes, ignoramos de dónde él ha venido y de qué extraño origen, él procede. |
EXCIEGO |
-Esto es lo que me admira: el que vosotros aún no sepáis de dónde ese hombre viene. Y él me ha abierto los ojos, sin embargo. |
CAIFÁS |
-Dios no escucha jamás a quien le ofende; mas, al piadoso, que hace sus designios y le da gloria, le ha escuchado siempre. |
BENJAMÍN |
Nunca jamás se oyó decir que alguien los ojos a los ciegos entreabriese. |
EXCIEGO |
-Si él no fuera Dios, no haría nada. |
ANÁS |
-Has nacido en pecado y, ¿aún pretendes instruirnos? |
ABDARÓN |
-Que sea excomulgado |
JESÚS (Al exciego) |
-¿En el Hijo del hombre, tú no crees? |
EXCIEGO |
-¿Quién es, señor, para que en él, yp crea? |
JESÚS |
-Le estás viendo: es quien te habla. |
EXCIEGO (Arrodillándose) |
-Creo |
CAIFÁS (Indignado) |
-Vete. |
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JESÚS |
-Yo he venido a este mundo para un juicio, a fin de que los ciegos luego viesen y los que ven, después se vuelvan ciegos. |
ABDARÓN |
-¿Acaso estamos ciegos?..... |
BENJAMÍN (A Jesús) |
-Pecado no tendríais, siendo ciegos; mas, ¿veis?: vuestro pecado permanece. |
CAIFÁS |
-Que sigan declarando los testigos y se calle el presunto y nos respete. |
EXPOSESO A |
-En mi Cafarnaún, hará dos años, un sábado, perdido entre las gentes, que estaban reunidas escuchándole me hallaba yo, cual ssi estuviera ausente Sin poderlo impedir se abrió mi boca, sin que mi lengua dominar pudiese y otro, por mí, lanzaba horrendos gritos: "¡Jesús! ¿a qué has venido aquí? ¿a perderme? ¿qué tenemos que ver contigo ahora? Te conozco de cierto y sé quien eres: el Enviado de Dios" Y Jesús dijo: "Sal fuera de él, al punto, y enmudece". Entonces caí en tierra, derribado mientras lanzaba gritos estridentes. Me hallé tendido sin hacerme daño y oigo que unos a otros, así imquieren: "¿Qué es esto?" "¡Vaya voz autorizada que, incluso, los demonios la obedecen!". |
EXPOSESO B |
-También mi lengua, sin poder frenarla, ante él gritaba: "El Hijo de Dios eres". |
CAIFÁS |
-Que vayan declarando más testigos: aún no tenemos pruebas suficientes. |
TESTIGO A |
-Nosotros escuchamos de sus labios que demoler el Sacro Templo puede y reedificar otro grandioso en tres días, igual al que precede. |
TESTIGO B |
-No son esas palabras, las que él dijo: escuchadme: estas son exactamente: "Yo destruiré un templo, hecho por hombres y, en tres días, haré que otro se eleve sin que intervengan hombres ni animales, que arrastren piedras o que ruedas rueden". |
TESTIGO C |
-Le oí decir que es hijo de Dios mismo. ¡Que niegue lo que he dicho, si se atreve! |
CAIFÁS |
-Jesús, puedes hablar. (Pausa) |
ANÁS |
-¿Nada respondes a lo que han dicho?. |
BENJAMÍN |
-¿Nada tú profieres en tu defensa frente a unos testigos, que te han atribuido insensateces?... (Pausa) |
CAIFÁS |
-Jesús, puedes decir cuanto te plazca ante este tribunal. (Pausa) |
ABDARÓN |
-¿No te defiendes?!.... |
CAIFÁS |
-Oh Jesús, hijo de José Artesano, que ante este tribunal, hoy compareces, ¿eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? Yo te conjuro, por el Dios Viviente, si eres el Cristo, dínoslo. |
JESÚS |
-Si afirmo, todo ese tribunal no va a creerme; y si, por otra parte, yo os pregunto, tampoco trataréis de reponderme; mas, el Hijo del hombre, en breve plazo, a la diestra de Dios omnipotente, se sentará. |
ALGUNOS |
¿Con que eres tú su Hijo?!!! |
JESÚS |
-Lo habéis dicho: Yo soy. Y vais a verme sentado, del Poder, a la derecha y venir sobre nubes, por el éter. |
CAIFÁS |
-¿Qué necesidad hay ya de testigos? (se rasga las vestiduras) Oísteis la blasfemia. ¿Qué os parece? |
ANÁS |
-Que es imposible oír otra más grave y quien la profirió, reo es de muerte. |
ABDARÓN |
-No es digno de vivir ese blasfemo. |
BENJAMÍN |
Quien no respeta a Dios, morir merece. |
TESTIGO A |
-Que, con su sangre, pague tal delito. |
TESTIGO B |
-La cólera del Cielo, en él, se cebe. |
TESTIGO C |
-Dios ultrajado, en ese reo infame, descargue su furor y su honor vengue. |
CAIFÁS |
-De su boca ha salido la blasfemia, que obliga al tribunal a que sentencie a la máxima pena por blasfemo, por renegado y por irreverente. Pero, como en Sión, gobierna hoy Roma, a su gobernador, sólo compete castigar el delito o tolerarlo: que se le absuelva o que se le condene. |
ANÁS |
-En marcha todos. Vamos al Pretorio a que confirme el fallo, el Presidente. |
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JUDAS |
-¿Dónde vais tan temprano con ese hombre? |
ALGUACIL A |
-Al Pretorio Romano a que sentencien lo fallado por Nuestra Jerarquía, pues, por blasfemia, le condena a muerte. |
JUDAS |
-¡Mi esperanza a merced del enemigo!... Me causa horror pensar lo que él sentencie... ¿Qué va a ser del Maestro en tales manos, que ofrendas a los ídolos ofrecen?....... ¿Por qué hube de aceptar los treinta siclos?... ¡Oídme escribas, sacerdotes, jefes! Os devuelvo la plata que medisteis: Pequé yo al delatar al Inocente. |
ABDARÓN |
-¿Qué nos importa y qué nos va a nosotros? |
BENJAMÍN |
-Allá tú, ya verás. |
JUDAS |
-¿Voy a perderme? |
ABDARÓN |
-Nosotros te pagamos tu servicio |
BENJAMÍN |
-Y tu aceptaste cuanto nos devuelves. |
JUDAS |
-"Nadie puede servir a dos señores: si tiene amor a uno, a otro aborrece; y si desprecia al uno en absoluto, al segundo le acata y se le adhiere: Vosotros no podéis servir a un tiempo, a Dios y a las riquezas juntamente". Palabras, que oí un día en la montaña y que hoy las vuelvo a oír y me remuerden "No os angustiéis jamás por vuestra vida: qué se puede comer o qué se bebe; ni tampoco sufráis por vuestro cuerpo para vestirlo primorosamente". "¿No vale más la vida que el sustento?" "¿No vale más el cuerpo que la veste?" "Mirad las aves, libres por el cielo, que ni siembran ni siegan las simientes ni luego, en los graneros, las recogen, y vuestro Padre celestial mantiene". "¿No valéis mucho más vosotros que ellas?" "Por mucho que se afane, ¿a ver quién puede añadir sólo un coco a su estatura?...." "Y, ¿por qué acongojaros por la veste?". "Aprended de los lirios de los campos: no trabajan ni hilan, pero crecen". "El gran rey Salomón -yo os aseguro- con toda su grandeza, pompa y bienes, no se vistió jamás cual uno de ellos". "Si a la hierba del campo, que aparece hoy, y mañana ya es echada al horno, Dios así la engalana, así provee, ¿no hará más por vosotros, hombres necios, que carecéis de fe?" "Por consiguiente no os acongojéis preocupándoos de qué se va comer o qué se bebe o con qué cubriremos nuestros cuerpos". "Todo esto, los gentiles apetecen; mas, vuestro Padre celestial ya sabe que lo necesitáis". "Primeramente buscad, de Dios, el reino y su justicia, pues, todo lo demás, tendréis con creces". "No os acongojéis por el mañana: que el mañana, por sí propio, se esfuerce: a cada día, bástele su pena, no lo carguéis con otras, que aún no tiene". (Pausa) ¡Malditas, las monedas! Ya me pesan y el llevarlas encima me envilece (Arroja las monedas al templo) «Entregadme el salario, o bien dejadlo: entregádmelo o no, si os parece. Pesaron para mi, treinta monedas; mas , Jehová me dijo: "Tira y pierde "ese alto precio, en el que fui tasado: "arrójame en Mi Casa, lo que tienes"» Tomé, pues, las monedas y arrojelas a la puerta del Templo: no las quieren. (Así profetizaba Zacarías cuanto en estos momentos me sucede (Pausa) Luego: Jesús es Jehová en persona, el Dios del Sinaí en la zarza ardiente. Luego: Jesús es Dios, en forma de hombre. ¿Y ellos van a entregarlo a los infieles! Sí, me habéis defraudado al entregarlo al que a mi pueblo oprime y escarnece. Sí me dejé manchar por la codicia, mis ansias de un país independiente. Fui un soñador, que libertad soñaba para mi pueblo, sojuzgado, inerme: sueños de independencia y poderío, que ante el haz opresor, se desvanecen. ¡Amargo despertar, el del esclavo, cuando ya el yugo, soportar, le duele! Se halla Israel a la merced de Roma: no hay más ley que el capricho de los Césares. Ser libre es imposible ya en el mundo: la vida, así, vivirse no merece: si ya nadie es capaz de libertarme, qué esta cuerda suicida me liberte. (Vase) |
SACERDOTE A |
-No es lícito que vayan al Tesoro de las ofrendas, puesto que provienen de una venta de sangre, estas monedas. |
SACERDOTE B |
-¿En qué es más acertado que se empleen? |
SACERDOTE A |
-¿En qué, si son impuras y malditas, se podrán emplear?... Diablos contienen y, dondequiera que arrojemos una, impuro quedará quien se la encuentre. |
SACERDOTE B |
-¿En qué y cómo emplearlas para vernos libres del maleficio, que poseen? |
SACERDOTE A |
-Yo las arrojaría a mar profundo. |
SACERDOTE B |
-Yo propongo que a diez codos, se entierren, pues, no ocurriera que, al pescar un día, alguna apareciera entre las redes o, al limpiar de inmundicias un pescado, Pudiera hallarse dentro de su vientre. |
SACERDOTE A |
-¿Qué hacer ante problema semejante?... |
SACERDOTE B |
-¿Qué hacer ante un problema tan ingente?... |
SACERDOTE A |
-Si hubiera un medio de purificarlas.... |
SACERDOTE B |
-Cualquiera que las tome, se envilece por ser precio de sangre. |
SACERDOTE A |
-¿No hay manera de hacerlas ser precio de otra especie? |
SACERDOTE B |
-Si con ellas, se compra una parcela, quien coma de su fruto, a Dios ofende. |
SACERDOTE A |
-Podríamos comprar un campo inculto, a condición de conservarlo estéril. |
SACERDOTE B |
-Sirva de sepultura de extranjeros y ninguna semilla en él, se siembre. |
SACERDOTE A |
-¿Sabe alguien de algún campo, que esté en venta? |
SACERDOTE B |
-Conozco a un alfarero, que uno vende. |
SACERDOTE A |
-Se le podrá llamar "Campo de Sangre" |
SACERDOTE B |
-Este nombre le quede para siempre. |
(FIN de La Ambición de Judas) Camino(s) ascendente(s): |