Páginas sobre el tema:
Páginas del Sermón del Monte explicado por el P. Horacio Bojorge S.J.
Limosna:
"Por tanto, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por delante como hacen
los hipócritas en las sinagogas y por las calles, para ser honrados por los
hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando hagas
limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna
quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará".
(Mt 6,1-4)
Oración:
"Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las
sinagogas y en las esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos de los
hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando vayas a
orar, entra en tu "cuartito" y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que
está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te dará de Sí"
(Mateo 6,5-6)
Ayuno:
«Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas, que desfiguran
su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo que ya reciben
su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro,
para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está
allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
(Mt 6,16-18)
"Tres son, hermanos, los resortes que hacen que la fe se mantenga firme, la devoción sea constante, y la virtud permanente. Estos tres resortes son: la oración, el ayuno y la misericordia. Porque la oración llama, el ayuno intercede, la misericordia recibe. Oración, misericordia y ayuno constituyen una sola y única cosa, y se vitalizan recíprocamente".
(De los sermones de san Pedro Crisólogo, obispo, Sermón 43: PL 52, 320. 322)
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