Está clavado en la cruz
con la cabeza abatida, sangrando por la herida para que tú tengas luz. En el costado observé que la sangre y suero manan mientras mis labios desgranan el ¡Señor, perdóname! Su Madre, María, llora a su Hijo nos ha entregado. Él, por mí, crucificado y mi corazón le implora: ¡Oh Señor, perdóname! ¿Cómo es posible pasar por delante del Señor, que colgado del madero me mira, con tanto esmero, sin sentir por Él, amor? ¡Oh Jesús, mi bienamado, perdóname una vez más, te prometo que jamás de Ti olvidarme podré... Mas si de Ti me olvidara no permitas que me pierda para el Reino que me has ganado. La luna se muestra llena, la Pascua se está acercando, y mi corazón sangrando porque se muere de pena. Semana Santa 2004 ¡El Señor resucitó!Éste sea vuestro canto. cesad ya vuestro gran llanto... a la muerte derrotó. Domingo de Pascua 2004 |
Francisco de Paula Suñé
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