En poco más de tres palabras, llamo en el capítulo 28 de mi libro "tríada vital" a una fórmula o, mejor, propuesta de vida, que brindo al profesional prematuramente expulsado del mercado laboral, en orden a la estructuración de su futura acción, de forma que no caiga en la inactividad destructiva, en la depresión, en la autocompasión, en la derrota... Recomiendo dosis equilibradas de:
Lo segundo para, como decía Borges,
El tercero, para
saldar una parte de la deuda que contrajimos con nosotros mismos, con nuestra
familia, con los amigos...
como consecuencia de una actividad profesional frenética que, con frecuencia,
se apoderó de una parte más que sustancial de nuestra vida.
¿Curiosidad satisfecha? Dudo que esta modestísima tríada merezca incorporarse a
tus tablas.
Vicente
Lo que resulta difícil, cuando se trata de algo completo, no poderlo incluir
como tríada. Lo único que hay que cambiar es el orden:
Vicente Martín explica que este trabajo remunerado es para mantener vivas las
faculatdes intelectuales, tanto del entendimiento especulativo como del
entendimiento práctico.
El devolver a Dios en los hermanos los favores recibidos es patrimonio del amor
que resume toda la ley.
Camino(s) ascendente(s):
"Nosotros mismos" recuerda la "memoria del presente" de San Agustín, lo "más
sustancial de nuestra vida", y la referencia a la familia se hace siempre
con espíritu de paternmidad.