Tema 7: LA PROVIDENCIA DE
DIOS |
Hemos visto en temas
anteriores que la Biblia, a diferencia de las otras religiones de civilizaciones fronterizas, presenta
una idea muy genuina de la Creación. Las cosas han sido hechas por Dios y por la
fuerza de su Palabra (Cfr. Jn 1,
1-3:
En
el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era
Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no
se hizo nada de cuanto existe). Pues bien,
Dios no deja de lado su obra, no la descuida. Es otra de las realidades que
podemos descubrir en la pausada lectura de la Sagrada Escritura. Por eso
hablamos de la Providencia Divina. PROVIDENCIA DIVINA es
el cuidado que Dios tiene por conservar el mundo.
Al hablar de
providencia divina hay que tener en cuenta que la creación es una creatio
continua, es decir, que Dios mantiene en el ser la creación hecha en el
principio, y que no la abandona al mecanismo de las leyes que le imprimió
(DEISMO). No, el mundo sigue existiendo porque en todo momento recibe su
existencia de Dios creador. Dios es y sigue siendo creador por fidelidad a sus
criaturas. Por eso podemos afirmar con toda seguridad que Dios mantiene y conduce la
creación. Es el Catecismo el que nos hace reflexionar de la siguiente manera:
“ Realizada la creación, Dios no abandona su criatura a ella misma. No sólo
le da el ser y el existir, sino que la mantiene a cada instante en el ser, le da
el obrar y la lleva a su término. Reconocer esta dependencia completa con
respecto al Creador es fuente de sabiduría y de libertad, de gozo y de
confianza: Amas a todos los seres y nada de lo que hiciste aborreces pues, si
algo odiases, no lo hubieras creado. Y ¿cómo podría subsistir cosa que no
hubieses querido? ¿Cómo se conservaría si no la hubieses llamado? Mas tú todo lo
perdonas porque todo es tuyo, Señor que amas la vida (Sb 11, 24-26)”. (CIC
n° 301).
La fidelidad que Dios había mantenido con su pueblo, a pesar de su
pecado, la mantiene también con su creación. Dios crea continuamente, de modo
que cada criatura sigue existiendo en la medida en que sigue recibiendo su ser
de Dios. La criatura es ser solo por participación y no puede desprenderse nunca
de4 esa especie de cordón umbilical que le liga a Dios. Si no fuera así, dejaría
de existir.
El Catecismo de la Iglesia Católica ahonda en este
tema:
302 La creación
tiene su bondad y su perfección propias, pero no salió plenamente acabada de las
manos del Creador. Fue creada "en estado de vía" ("In statu viae") hacia una
perfección última todavía por alcanzar, a la que Dios la destinó. Llamamos
divina providencia a las disposiciones por las que Dios conduce la obra de su
creación hacia esta perfección:
Dios guarda y
gobierna por su providencia todo lo que creó, "alcanzando con fuerza de un
extremo al otro del mundo y disponiéndolo todo con dulzura" (Sb 8, 1). Porque
"todo está desnudo y patente a sus ojos" (Hb 4, 13), incluso lo que la acción
libre de las criaturas producirá (Cc. Vaticano
I, DS 3003).
En distintos
pasajes de la Sagrada Escritura vamos a comprobar que se fundamenta esta
afirmación del Catecismo:
·
Sab 8,
1:
Se
despliega vigorosamente de un confín al otro del mundo y gobierna de excelente
manera el universo.
Como podemos observar, los textos
de la Escritura son bien
clarividentes. La Providencia de Dios se extiende hasta los acontecimientos más
insignificantes de nuestra vida, como lo hemos visto reflejado en las palabras
del Evangelio de San Mateo. Hasta en las cosas que nos pueden parecer adversas
y, a nuestro parecer, contrarias a la voluntad divina, son queridas y realizadas
por Dios (Cfr. Gen 45, 7- 8: Dios
me ha enviado delante de vosotros para que podáis sobrevivir en la tierra y para
salvaros la vida mediante una feliz liberación. O sea, que no fuisteis vosotros
los que me enviasteis acá, sino Dios, y él me ha convertido en padre de Faraón,
en dueño de toda su casa y amo de todo Egipto.)
En la Biblia, pues, vemos una enseñanza: nada ocurre por azar o por casualidad. Dios permite que las cosas sucedan así, contando siempre con la libertad del hombre. Como un piloto rige su barco para que alcance al fin el término de su navegación, así rige Dios el mundo, para que alcance su fin, que es la glorificación de Dios en el bien de las criaturas.
Por eso el Catecismo afirma :
303 El testimonio de la Escritura es unánime: la solicitud de la divina providencia es concreta e inmediata; tiene cuidado de todo, de las cosas más pequeñas hasta los grandes acontecimientos del mundo y de la historia. Las Sagradas Escrituras afirman con fuerza la soberanía absoluta de Dios en el curso de los acontecimientos: "Nuestro Dios en los cielos y en la tierra, todo cuanto le place lo realiza" (Sal 115, 3); y de Cristo se dice: "si él abre, nadie puede cerrar; si él cierra, nadie puede abrir" (Ap 3, 7); "hay muchos proyectos en el corazón del hombre, pero sólo el plan de Dios se realiza" (Pr 19, 21).
¿Cómo gobierna
Dios las cosas?
El
mismo Catecismo nos responde. Nos dice que lo hace a través de las causas
segundas unas veces y otras por Él mismo:
304 Así
vemos al Espíritu Santo, autor principal de la Sagrada Escritura atribuir con
frecuencia a Dios acciones sin mencionar causas segundas. Esto no es "una manera
de hablar" primitiva, sino un modo profundo de recordar la primacía de Dios y su
señorío absoluto sobre la historia y el mundo (cf Is 10, 5-15; 45, 5-7; Dt 32,
39; Si 11, 14) y de educar así para la confianza en E1. La oración de los salmos
es la gran escuela de esta confianza (cf Sal 22; 32; 35; 103;
138).
305
Jesús pide un abandono filial en la providencia del Padre celestial que cuida de
las más pequeñas necesidades de sus hijos: "No andéis, pues, preocupados
diciendo: ¿qué vamos a comer? ¿qué vamos a beber?... Ya sabe vuestro Padre
celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad primero su Reino y su
justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura" (Mt 6, 31-33; cf 10,
29-31).
306
Dios es el Señor soberano de su designio. Pero para su realización se sirve
también del concurso de las criaturas. Esto no es un signo de debilidad, sino de
la grandeza y bondad de Dios Todopoderoso. Porque Dios no da solamente a sus
criaturas la existencia, les da también la dignidad de actuar por sí mismas, de
ser causas y principios unas de otras y de cooperar así a la realización de su
designio.
307
Dios concede a los hombres incluso poder participar libremente en su providencia
confiándoles la responsabilidad de "someter'' la tierra y dominarla (cf Gn 1,
26-28). Dios da así a los hombres el ser causas inteligentes y libres para
completar la obra de la Creación, para perfeccionar su armonía para su bien y el
de sus prójimos. Los hombres, cooperadores a menudo inconscientes de la voluntad
divina, pueden entrar libremente en el plan divino no sólo por su acciones y sus
oraciones, sino también por sus sufrimientos (cf Col I, 24) Entonces llegan a
ser plenamente "colaboradores de Dios" (1 Co 3, 9; 1 Ts 3, 2) y de su Reino (cf
Col 4, 11).
308
Es una verdad inseparable de la fe en Dios Creador: Dios actúa en las obras de
sus criaturas. Es la causa primera que opera en y por las causas segundas: "Dios
es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece" (Flp 2, 13;
cf 1 Co 12, 6). Esta verdad, lejos de disminuir la dignidad de la criatura, la
realza. Sacada de la nada por el poder, la sabiduría y la bondad de Dios, no
puede nada si está separada de su origen, porque "sin el Creador la criatura se
diluye" (GS 36, 3); menos aún puede ella alcanzar su fin último sin la ayuda de
la gracia (cf Mt 19, 26; Jn 15, 5; Flp 4, 13).
Ordinariamente,
Dios obra tras el velo de las causas segundas o lo que es lo mismo, las leyes
por Él establecidas.
Los seres
privados de razón Dios los rige por medio de leyes físicas e inflexibles que
jamás deroga sin especiales razones, aunque deban resultar algunos desórdenes
parciales.
Gracias
a eso, a que Dios está manteniendo siempre las leyes de la naturaleza y nunca
las deja, el sol nos alumbra cada día, la tierra nos sostiene con la ley de la
gravedad, etc... Para más recalcar este punto ofrecemos al final un anexo muy
interesante.
Los
hombres, seres racionales y libres, son gobernados por Dios mediante las leyes
morales. El Creador impone a la criatura racional la obligación o el deber de
observar sus leyes o mandamientos, pero sin forzarles a ello, poniendo libertad
en el uso de la “libertad”. Abrazada esa Ley con libertad y amor supone un
premio divino. Lo contrario, un castigo merecido.
Ciertamente
no podemos aceptar ciertas afirmaciones que señalan lo
siguiente:
·
El
concepto de Providencia se integra en el concepto un poco más amplio de una mera
continuación de la creación.
·
El
concepto de Providencia queda subsumido en el concepto de conservación
continuada.
No, no podemos reducir la providencia a esta conservación de la creación, por la sencilla razón de que este mundo ha sido creado en Cristo y para Cristo (Cfr. Col 1, 15-17: El es Imagen de Dios invisible, Primogénito de toda la creación, porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue creado por él y para él, él existe con anterioridad a todo, y todo tiene en él su consistencia; Ef 1, 3-6: Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo; por cuanto nos ha elegido en él antes de la fundación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor; eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia con la que nos agració en el Amado), y ello supone toda una serie de intervenciones históricas de Dios para realizar su plan de salvación de los hombres en Cristo. Negar esas intervenciones de Dios en la historia para realizar su plan de salvación sería tanto como negar la dimensión sobrenatural que Dios dio, de hecho, a la creación o negar la acción de su gracia en los hombres. Dios conduce la historia hacia Cristo. Por eso, no distinguir la conservación del mundo en su ser de la intervención particular de Dios con su gracia para llevar al mundo y al hombre a Cristo es no distinguir la creación de la gracia. El hombre, doblegado por el peso del pecado, necesita continuamente de la gracia y, por tanto, de la continua presencia de Cristo por medio de la gracia. Esa es la presencia de Cristo a través de los sacramentos.
Es cierto que Dios, en su providencia, se sirve de muchas veces de las causas segundas, pues a Dios le gusta ser discreto en su actuación y, detrás de ellas, puede estar una acción divina que pasa desapercibida. El hombre carnal atribuye todo cuanto hace a sí mismo; pero detrás de un movimiento humano está muchas veces la mano de Dios (Cfr. Flp 2, 13: pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece; 1 Co 12, 6: pero es el mismo Dios que obra en todos.). Además, Dios interviene en la historia del hombre continuamente y por voluntad propia, pues es Él quien nos ha mandado: “Yo os digo: Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá”.(Lc 11, 9). Es más, Dios, en su providencia, permite el juego total de la libertad humana a la hora de realizar su designio salvífico, porque nadie como Él respeta la libertad humana, de tal modo que la gracia que confiere a una persona y su llamada particular no elimina nunca la libertad del hombre. Dios, que realiza su providencia también con el concurso de la acción libre del hombre, se expone, ciertamente, a la negación y al rechazo y, aunque su designio de salvarnos en Cristo es algo que Dios realiza objetivamente mediante la encarnación y redención de su Hijo, este designio, en cuanto que se refiere ya a un hombre particular; puede quedar frustrado en él por el pecado.
¿Quiénes
son los ENGREÍDOS DE DIOS?
Es
indiscutible. Los engreídos de Dios son los hombres con una especial
providencia.
Una
duda:
Si
Dios lo gobierna todo, ¿por qué existe el mal?
Es
una de las preguntas clásicas que siempre se plantea el hombre. El Catecismo mismo se la
plantea:
309
Si Dios Padre Todopoderoso, Creador del mundo ordenado y bueno, tiene cuidado de
todas sus criaturas, ¿por qué existe el mal? A esta pregunta tan apremiante como
inevitable, tan dolorosa como misteriosa no se puede dar una respuesta simple.
El conjunto de la fe cristiana constituye la respuesta a esta pregunta: la
bondad de la creación, el drama del pecado, el amor paciente de Dios que sale al
encuentro del hombre con sus Alianzas, con la Encarnación redentora de su Hijo,
con el don del Espíritu, con la congregación de la Iglesia, con la fuerza de los
sacramentos, con la llamada a una vida bienaventurada que las criaturas son
invitadas a aceptar libremente, pero a la cual, también libremente, por un
misterio terrible, pueden negarse o rechazar. No hay un rasgo del mensaje
cristiano que no sea en parte una respuesta a la cuestión del mal.
La Palabra de
Dios tiene algo que responder a esta pregunta:
1.
Dios quiere el
mal físico para sacar de él un bien mayor:
No debemos
olvidar que los males físicos son consecuencia del pecado original; pena justa
por los pecados personales; ocasión para satisfacer y merecer delante de Dios,
son pruebas.
2.
El mal
moral es permitido por Dios para bien de sus escogidos
Estamos
diciendo “permitido” y no “querido”,porque Dios, que es la misma Santidad, no
puede querer el pecado. (Cfr. Salmo 5, 5: Dios aborrece el pecado). De la
misma manera podemos afirmar que Dios jamás nos tienta al estilo de Satanás,
pues Él si lo hace es probarnos (Cfr. Stgo 1, 13-> Gn 22, 1).
Efectivamente Dios permite el mal moral para obtener un bien
mayor:
a.
Gn 50,
20:
Aunque vosotros pensasteis hacerme daño, Dios lo pensó para bien, para hacer
sobrevivir, como hoy ocurre, a un pueblo numeroso.
b.
Lc 24, 26 y
46-47:
¿No
era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su
gloria?»...... y les dijo:
«Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al
tercer día y se predicara en su
nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando
desde Jerusalén
Pero sigamos
escuchando la voz del Catecismo de la Iglesia Católica:
310
Pero ¿por qué Dios no creó un mundo tan perfecto que en él no pudiera existir
ningún mal? En su poder Infinito, Dios podría siempre crear algo mejor (cf S.
Tomás de A., s. th. I, 25, 6). Sin embargo, en su sabiduría y bondad Infinitas,
Dios quiso libremente crear un mundo ``en estado de vía" hacia su perfección
última. Este devenir trae consigo en el designio de Dios, junto con la aparición
de ciertos seres, la desaparición de otros; junto con lo más perfecto lo menos
perfecto; junto con las construcciones de la naturaleza también las
destrucciones. Por tanto, con el bien físico existe también el mal físico,
mientras la creación no haya alcanzado su perfección (cf S. Tomás de A., s.
gent. 3, 71).
311 Los ángeles y
los hombres, criaturas inteligentes y libres, deben caminar hacia su destino
último por elección libre y amor de preferencia. Por ello pueden desviarse. De
hecho pecaron. Y fue así como el mal moral entró en el mundo, incomparablemente
más grave que el mal físico. Dios no es de ninguna manera, ni directa ni
indirectamente, la causa del mal moral, (cf S. Agustín, lib. 1, 1, 1; S. Tomás
de A., s. th. 1-2, 79, 1). Sin embargo, lo permite, respetando la libertad de su
criatura, y, misteriosamente, sabe sacar de él el bien: Porque el Dios
Todopoderoso... por ser soberanamente bueno, no permitiría jamás que en sus
obras existiera algún mal, si El no fuera suficientemente poderoso y bueno para
hacer surgir un bien del mismo mal (S. Agustín, enchir. 11,
3).
312
Así, con el tiempo, se puede descubrir que Dios, en su providencia todopoderosa,
puede sacar un bien de las consecuencias de un mal, incluso moral, causado por
sus criaturas: "No fuisteis vosotros, dice José a sus hermanos, los que me
enviasteis acá, sino Dios... aunque vosotros pensasteis hacerme daño, Dios lo
pensó para bien, para hacer sobrevivir... un pueblo numeroso" (Gn 45, 8;50, 20;
cf Tb 2, 12-18 Vg.). Del mayor mal moral que ha sido cometido jamás, el rechazo
y la muerte del Hijo de Dios, causado por los pecados de todos los hombres,
Dios, por la superabundancia de su gracia (cf Rm 5, 20), sacó el mayor de los
bienes: la glorificación de Cristo y nuestra Redención. Sin embargo, no por esto
el mal se convierte en un bien.
313
"Todo coopera al bien de los que aman a Dios" (Rm 8, 28). E1 testimonio de los
santos no cesa de confirmar esta verdad:
Así Santa
Catalina de Siena dice a "los que se escandalizan y se rebelan por lo que les
sucede": "Todo procede del amor, todo está ordenado a la salvación del hombre,
Dios no hace nada que no sea con este fin" (dial.4, 138).
Y Santo Tomás
Moro, poco antes de su martirio, consuela a su hija: "Nada puede pasarme que
Dios no quiera. Y todo lo que El quiere, por muy malo que nos parezca, es en
realidad lo mejor" (carta).
Y Juliana de
Norwich: "Yo comprendí, pues, por la gracia de Dios, que era preciso mantenerme
firmemente en la fe y creer con no menos firmeza que todas las cosas serán para
bien..." "Thou
shalt see thyself that all MANNER of thing shall be well "
(rev.32).
314 Creemos
firmemente que Dios es el Señor del mundo y de la historia. Pero los caminos de
su providencia nos son con frecuencia desconocidos. Sólo al final, cuando tenga
fin nuestro conocimiento parcial, cuando veamos a Dios "cara a cara" (1 Co 13,
12), nos serán plenamente conocidos los caminos por los cuales, incluso a través
de los dramas del mal y del pecado, Dios habrá conducido su creación hasta el
reposo de ese Sabbat (cf Gn 2, 2) definitivo, en vista del cual creó el cielo y
la tierra.
Efectivamente, el designio amoroso de Dios, que es su providencia, parece
chocar con la existencia del mal en el mundo. El Catecismo, haciendo suyo el
pensamiento de Santo Tomás de Aquino explica que este mundo ha sido creado en
estado de vía hacia la perfección última y que, por ello, trae consigo, con la
aparición de unos seres, la desaparición de otros, lo que implica una
imperfección y una limitación. Esto
podría explicarse, ciertamente, la existencia de ciertos males. Es lógico, por
ejemplo, que la hierba deje de existir en aras de la alimentación de los
animales. En este caso, podemos decir que Dios creador no solo permite, sino que
quiere indirectamente el mal para el bien total de la naturaleza. Nadie se
escandaliza por un mal tan relativo y tan lógico. Hay, por otro lado, muchos
males que han sido provocados por el hombre y de los que no podemos culpar a
Dios.
Los antiguos siempre pensaron que los azotes más terribles de la
humanidad eran la peste, la guerra y el hambre. Pero, a medida que la humanidad
progresa, vamos cayendo en la cuenta de que el responsable de gran cantidad de
enfermedades que asolan hoy en día al hombre es el mismo hombre. Por ejemplo:
todas las enfermedades que son consecuencia de sobrealimentación (colesterol y
ácido úrico). Por el contrario, la infralimentación y las malas condiciones de
vida e higiene producen tuberculosis. De la misma manera podemos afirmar que,
con los recursos que disponemos, el hombre es absolutamente responsable del
hambre en el mundo y hoy, como ayer, sigue siendo el único responsable de la
guerra.
Con estas consideraciones, no pretendemos decir que el hombre sea
responsable de todos los males que le afectan, de todas las enfermedades que le
oprimen o de todas las desgracias que le aplastan, pero tenemos que darnos
cuenta de que resulta sarcástico acusar al Creador, cuando nosotros somos
asesinos, verdugos y explotadores de nuestros propios
hermanos.
El problema, en realidad, comienza cuando hablamos del mal que el hombre no causa de ninguna manera
o que, causado por ciertos hombres, afecta injustamente a otros. Pensemos en un
niño discapacitado o en una violación. El dilema es tan claro como clásico: O
Dios puede evitar ese mal y no lo hace, y entonces no es un Dios bueno; o no
puede evitarlo y entonces no es omnipotente.
La Revelación, ya lo hemos visto, da respuestas. En el Libro de Job
se desmiente la tesis tradicional de que los padecimientos son fruto y
castigo de los pecados propios. La tesis fundamental del libro es que el hombre
debe persistir en su fe, incluso cuando no encuentra sosiego. Job hace un acto
de fe en Dios con la esperanza de que le levantará del polvo en la otra vida.
(Cfr. Job 19, 25-26: Yo
sé que mi Defensor está vivo, y que él, el último, se levantará sobre el polvo.
Tras mi despertar me alzará junto a él, y con mi propia carne veré a
Dios.).
Por tanto tenemos ya una respuesta al problema del mal en el Antiguo Testamento: no se puede dudar de Dios ni aún en medio del sufrimiento. La solución empieza a darse más no completa.
La cruz de Cristo es la única respuesta que se haya dado al problema del
mal. Dios mismo en persona viene en la cruz a llenar con su presencia el dolor
humano. La cruz de Cristo nos enseña:
La
Revelación, por último, nos enseña una cosa bien clara: Dios creó las cosas
buenas (Cfr. Gn 1). El mal no tiene nada que ver con Dios. El mal nace
del pecado del hombre. (Ver tema de CREACIÓN Y CAÍDA
DELHOMBRE)
ANEXO:
MARAVILLAS Y ORDEN DEL COSMOS
(Tomado del Libro PARA SALVARTE, Jorge
Loring, SJ.)
1,6.- El movimiento de las estrellas es tan
exacto que se puede hacer el almanaque con muchísima anticipación. El almanaque
pone la salida y la puesta del Sol de cada día, los eclipses que habrá durante
el año, el día que serán, a qué hora, a qué minuto, a qué segundo, cuánto
durarán, qué parte del Sol o de la Luna se ocultará, desde qué punto de la
Tierra será visible, etc. El 30 de junio de 1973, España entera estuvo pendiente
del eclipse parcial de Sol del cual la prensa venía hablando varios días. El 2
de octubre de 1959, fue visible desde la islas Canarias, un eclipse total de
Sol, a las 12 del mediodía, tal como se había previsto desde mucho antes. Por
eso se instalo en la Punta de Jandía en Fuerteventura un puesto de observación
en el que se reunieron científicos del mundo entero. El anterior eclipse de Sol
contemplado desde Canarias, fue el 30 de agosto de 1905, y se sabe que habrá que
esperar hasta pasado el siglo XXII para ver otro eclipse total de Sol dentro de
nuestras fronteras (M.
LÓPEZ ARROYO, Astrónomo del Observatorio de Madrid: Diario YA de Madrid,
26-VI-73). El año 2005
podremos observar un eclipse anular desde Cádiz. El cometa Halley (llamado así
en honor del astrónomo Edmundo Halley , contemporáneo y amigo de Isaac Newton)
que como se había previsto el siglo pasado, paso junto a nosotros en el año
1910, volvió a pasar cerca de la Tierra (a 486 millones de kilómetros) en marzo
de 1986 según se había anunciado. Todos los periódicos del mundo hablaron de él.
Halley (1646-1742) que observo el cometa en 1662 calculo su órbita y predijo que
aparecería de nuevo cada setenta y seis años, y así ha sucedido (GEORGE
GAMOW: Materia, Tierra y Cielo, XVIII. Universidad de Colorado (Estados
Unidos).) Volverá a verse
el año 2062. Cuando paso junto a la Tierra en 1986 fue fotografiado por la sonda
europea Giotto, que se acerco al núcleo del cometa a una distancia de 500
kilómetros . La longitud de la cola del cometa Halley es de cincuenta millones
de kilómetros y está formada por gases enrarecidos (JUAN
LUIS RUIZ DE LA PEÑA: Alma y cerebro. Revista COMMUNIO,III, 87,
pg.223). Cuando estuve en
Santa Cruz de Tenerife con ocasión de unas conferencias que tuve en la
Residencia de Paso Alto, en enero de 1991, tuve ocasión de visitar el
Observatorio de Astrofísica del Teide, donde tenemos el telescopio de microondas
más sensible del mundo, y donde se estudian las oscilaciones del Sol, etc. Allí
hice amistad con el astrónomo inglés Mark Kidger , especialista en el estudio
del cometa Halley. Me dio algunos datos que pueden ser interesantes. El núcleo
del cometa está formado por gases sólidos a 100 grados centígrados bajo cero.
Sus dimensiones son de 7'50 por 8'50 por 18 kilómetros. Aunque los chinos ya lo
conocían mil años antes de Cristo y ha dado miles de vueltas alrededor del Sol,
terminará por desaparecer, pues cada vez que se acerca al Sol pierde peso al
volatilizarse por el calor, parte de los gases sólidos del núcleo. La cola del
cometa no va hacia atrás, como la estela de un avión de reacción, sino que
arrastrada por el viento solar se desplaza en el sentido opuesto al Sol, como el
humo de una locomotora en marcha, que se desplaza lateralmente si hace un viento
fuerte.
1,7.- La precisión del movimiento de los
astros sería imposible conocerlo si el orden del movimiento de los astros no
fuera calculable matemáticamente. Por eso James Jeans , ilustre matemático y
Presidente de la Real Sociedad Astronómica de Inglaterra y Profesor de la
Universidad de Oxford, uno de los más grandes astrónomos contemporáneos, en su
libro <<Los misterios del Universo>> afirma que el Creador del
Universo tuvo que ser un gran matemático (JAMES
JEANS: Los misterios del universo, pg.175). Y Einstein : La Naturaleza es la
realización de las ideas matemáticas de Dios (DESIDERIO
PAPP: Einstein, 3º, XIII, 7. Ed. Espasa Calpe. Madrid, 1979). Paul Dirac , Catedrático de Física Teórica
de la Universidad de Cambridge y uno de los científicos más sobresalientes de
nuestra generación, dijo en la revista <<Scientific America>>:
<<Dios es un matemático de alto nivel>> (
Revista INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, V, 1.963, pg.53).
1,8.- Todo este orden maravilloso requiere
una gran inteligencia que lo dirija. Qué pasaría en una plaza de mucho tránsito
-como la Cibeles de Madrid- si los conductores quedaran repentinamente
paralizados y los vehículos, sin inteligencia, abandonados a su propio impulso?
En un momento tendríamos una horrenda catástrofe.
1,9.- Cuanto más complicado y perfecto sea
el orden, mayor debe ser la inteligencia ordenadora. Construir un reloj supone
más inteligencia que construir una carretilla. Si un día naufragas en alta mar,
y agarrado a un madero llegas a una isla desierta, aunque allí no encuentres
rastro de hombre, ni un zapato del hombre, ni un trapo de hombre, ni una lata de
sardinas vacía, nada; pero si paseando por la isla desierta encuentras una
cabaña, inmediatamente comprendes que en aquella isla antes que tu estuvo un
hombre. Comprendes que aquella cabaña es fruto de la inteligencia de un hombre.
Comprendes que aquella cabaña no se ha formado al amontonarse los palos caídos
de un árbol. Comprendes que aquellas estacas clavadas en el suelo, aquellos
palos en forma de techo y aquella puerta giratoria son fruto de la inteligencia
de un hombre. Pues si unos palos en forma de cabaña requieren la inteligencia de
un hombre, no hará falta una inteligencia para ordenar los millones y millones
de estrellas que se mueven en el cielo con precisión matemática? Isaac Newton
(1642-1727) y Johann Kepler (1571-1630) formularon matemáticamente las leyes que
rigen el movimiento de las estrellas del Universo; pero Newton y Kepler no
hicieron esas leyes, porque las estrellas se movían según esas leyes machismos
años antes de que nacieran Newton y Kepler . Luego hay alguien autor de esas
leyes que rigen el movimiento matemático de las estrellas. Por eso el cosmonauta
Borman dijo desde la Luna: Nosotros hemos llegado hasta aquí gracias a unas
leyes que no han sido hechas por el hombre . Y Newton: <<El conjunto del
Universo no podía nacer sin el proyecto de un Ser inteligente>>
(
ISAAC NEWTON: Scholium Generale de sus Philosophiae Naturalis Principia
Mathemática.). <<Me
basta -ha dicho Alberto Einstein - reflexionar sobre la maravillosa estructura
del Universo, y tratar humildemente de penetrar siquiera una parte infinitesimal
de la sabiduría que se manifiesta en la Naturaleza>>( ANTONIO DÚE, S.I. :
El cosmos en la actualidad científica, I, 5. Ed. FAX. Madrid). Dijo también:
<<Dios no juega a los dados>> (MAX
BORN: Ciencia y conciencia de la Era Atómica, 1º, IX. Alianza Editorial. Madrid,
1971). La inteligencia que
ordena las estrellas en el cielo y dirige con tanta perfección la máquina del
Universo es la inteligencia de Dios. Por eso dice la Biblia: <<Los cielos
cantan la gloria de Dios>> (Salmo,
19, 2). Las criaturas son
dedos que me señalan a Dios. Pero hay gente que se queda mirando el dedo y no ve
más allá.
1,10.- No es lo mismo Astronomía que
Astrología . La Astronomía es ciencia; la Astrología, cuento. Así opinan Shawn
Carlson , Físico de los Laboratorios Lawrence Berkeley (California) y Andrew
Fraknoi , responsable de la Sociedad Astronómica del Pacífico. Recientemente
doscientos cincuenta y ocho científicos del mundo entero han firmado un
manifiesto a la prensa para desengañar al pueblo crédulo que se fía de la
Astrología, debido a la propaganda que hacen de ella los medios de comunicación.
Entre otras cosas, en este manifiesto se dice lo siguiente: <<Es
simplemente un error imaginar que las fuerzas ejercidas por las estrellas y los
planetas en el momento del nacimiento, pueden, de alguna forma, determinar
nuestro futuro. Tampoco es verdad que la posición de los objetos celestes hagan
que ciertos días o períodos de tiempo sean más favorables para emprender algún
tipo de actividad, o que el signo bajo el que uno ha nacido determine la
compatibilidad de su relación con otras personas...
Creemos llegado el momento de rechazar
vigorosamente las afirmaciones pretensiosas de los astrólogos charlatanes.
Quienes continúan teniendo fe en la astrología lo hacen a pesar de que no hay
ninguna base científica para sus creencias, y sí una fuerte evidencia de lo
contrario . La prueba de que los astros no determinan el futuro de las personas
se confirma por el hecho de que dos hermanos gemelos, que nacieron con la misma
estrella, uno tiene una muerte trágica de niño, y el otro tiene una vida larga,
próspera y feliz. El profesor Stanley L. Jaki de la Universidad
de Seton Hall de New Jersey (EE.UU.) manifestó que la astrología carece de
fundamento científico .
1,11.- La máquina fotográfica fue un
descubrimiento transcendental para la cultura de los hombres. Antes, solo se
podía conocer lo que se veía con los propios ojos. Desde que se invento la
fotografía es posible conocer los paisajes, los monumentos, las obras de arte y
los grandes personajes del mundo entero sin salir del lugar en que se ha nacido.
El invento de la máquina fotográfica supone una gran inteligencia, y los hombres
han tardado muchos años en descubrirla. No se descubrió hasta el siglo pasado.
Sin embargo, mucho antes de que los hombres inventasen la máquina fotográfica
-desde el principio de la humanidad- ya estaba inventado el ojo humano,
maravillosa máquina fotográfica, que saca diez fotos por segundo, no es
necesario pasar el carrete y además se enfoca sola gracias a la maravillosa
constitución del cristalino. El inventar el ojo supone todavía más inteligencia
que el inventar la máquina fotográfica. El Catedrático de la Facultad de
Ciencias de la Universidad de Clermont-Ferrand y de la de París, y Presidente de
la Academia de Ciencias de Francia en 1967, el Dr. Pierre-Paul Grassé ,
demuestra en un documentado estudio que el ojo no puede ser el resultado del
azar, sino fruto de una inteligencia ordenadora . Uno de los grandes adelantos
de la aviación moderna es el piloto automático con el cual un avión puede volar
sin ningún hombre que lleve los mandos. Pero los hombres no han inventado
todavía ni inventarán jamás, un avión que no solo vuele sin piloto, sino que
además se busque él solo la gasolina, se haga él solo el hangar y, lo que es
más, fabrique él solo otros aviones como él, que a su vez hacen otros aviones, y
así indefinidamente. Este avión maravilloso que nos parece imposible que se
invente jamás, existe desde tiempos remotísimos: son los pájaros. El pájaro es
un avión que vuela solo, se busca él solo la gasolina (alimento), se hace él
solo el hangar (nido), unas veces con ramajes y otras con cemento (nido de
golondrinas). Y como se fabrica este avión? Con solo calentar un huevo! Con
poner un huevo de gallina a cuarenta grados centígrados de temperatura, durante
veintiún días, sale un pollito saltando y piando. En el huevo frito que te ponen
delante en la mesa, me quieres decir donde está el pico, los ojos, las plumas?
Como se forma todo esto en el pollito? Con solo calentar el huevo un poco. Qué
invento tan maravilloso es el del huevo! Qué inteligencia tan grande supone
inventar el huevo! En el huevo, lo mismo que en la Naturaleza toda, hay leyes
que rigen su evolución. Pero los hombres no saben inventar un huevo artificial
que poniéndolo en una incubadora saque un pollito, el cual ponga a su vez otros
huevos de los que nazcan nuevos pollitos, y así sucesivamente. El hombre no lo
sabe, pero lo sabe Dios que es el inventor de la Naturaleza. El colibrí sabe
volar hacia atrás: se acerca a la flor a chuparle el néctar con su largo pico, y
luego retrocede. Nuestros aviones no pueden volar hacia atrás. En 1966 estuve
dando conferencias en la Sociedad Hullera Vasco-Leonesa, y me quedé asombrado al
ver allí un ordenador IBM que podía realizar tres mil operaciones por segundo.
Hoy se tarda una décima de segundo en hacer un millón de operaciones. Hoy hay
ordenadores que pueden realizar veintidós millones de operaciones por segundo.
Pero la calculadora no tiene inteligencia. La inteligencia está en el que la
invento. Aunque parece una máquina inteligente, sin embargo, no progresa por sí
misma, no es consciente de sus propios actos. La máquina no sabe lo que hace, ni
por qué debe hacerlo así, y no de otra manera. La máquina solo puede resolver
mecánicamente el tipo de problemas para los que la ha preparado de antemano un
ser inteligente (LUIS
MIRAVITLLES: Visado para el futuro, II, 4. Libros RTV. nº3,
1969). <<Ninguna máquina es capaz de
plantearse problemas que no le hayan sido previamente planteados>>
(YELENA
SAPÁRINA: El hombre, animal cibernético, V, 11. Ed. Planeta. Barcelona,
1972). El robot no puede
programarse a sí mismo . Dice D. Salvador de Madariaga : <<La máquina es
un pensamiento cristalizado; jamás se vio una máquina que no fuera consecuencia
de un pensamiento>> (SALVADOR
DE MADARIAGA: Dios y los españoles, 2º, III. Ed. Planeta. Barcelona,
1975). La máquina no piensa
por sí misma, no fabrica ninguna información nueva, es incapaz de un pensamiento
creador, se limita a ejecutar el programa que ha recibido. El pensamiento
creador y la iniciativa pensante está en el hombre . <<Una máquina muy
perfeccionada podría hacer muchas cosas, pero nunca podrá sustituir al
hombre>> (VINTILA
HORIA: Viaje a los centros de la Tierra, 2º, II, 3.Ed. Plaza y Janés. Barcelona,
1971). El cerebro tiene catorce mil millones de
neuronas. En el organismo humano hay alrededor de sesenta billones de células.
Todas estas células evolucionan según un plan determinado (CLAUDE
TRESMONTANT: El problema del alma, II, 1. f. Ed. Herder. Barcelona,
1974). <<Una máquina
electrónica abarca una serie de acciones planificadas. La señal de comienzo de
una acción depende de los resultados de la acción precedente. Los animales
"funcionan" de acuerdo con líneas similares. En respuesta a un estímulo
condicionado ejecutan un movimiento reflejo (...). Las máquinas electrónicas
operan de acuerdo con programas estrictos y detallados, de los cuales no pueden
desviarse ni un ápice. Una máquina lo único que puede hacer es ejecutar su
propio programa. No introduce en el proceso ningún elemento creativo>>
(YELENA
SAPÁRINA: El hombre, animal cibernético, IV, 1. Ed. Planeta. Barcelona,
1972). Hoy se habla
impropiamente de inteligencia artificial. D. Ramón López de Mántaras , doctor en
Físicas, Profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas, y Premio al Mejor Trabajo Europeo de Inteligencia Artificial,
reconoce que no es posible fabricar máquinas realmente inteligentes. Por eso
habría que cambiar la expresión de <<inteligencia artificial>>.
1,12.- Los animales tienen instintos
maravillosos. Según las investigaciones del Dr. Walter Frese , del Instituto Max
Planck , las palomas mensajeras se orientan en sus vuelos gracias a una especie
de brújula biomagnética que tienen . Los tiburones se orientan durante las
migraciones sirviéndose del campo magnético terrestre . Las abejas utilizan para
orientarse la polarización de la luz y ven el ultravioleta (MANUEL
M. CARREIRA, S.I. Profesor de Física y Astronomía en la Universidad de Cleveland
(EE.UU.): El creyente ante la Ciencia. Cuadernos BAC, n.57, I, 1. Madrid,
1982.). Los elefantes se
comunican por infrasonidos. Los investigadores americanos Payne y Poole han
logrado identificar más de treinta modulaciones diferentes entre las
comunicaciones entre elefantes . La serpiente de cascabel posee un magnífico
detector de rayos infrarrojos de exquisita sensibilidad para advertir la
presencia de su presa en la oscuridad . Hay mariposas que ven con rayos
ultravioleta, como nuestros científicos modernos. Los delfines localizan los
obstáculos sumergidos en el agua por medio de una sonda acústica como los barcos
modernos. Según los investigadores Ott y Schaeffel el ojo del camaleón le
permite medir con precisión la distancia de su presa, como un moderno aparato de
telemetría . Un murciélago sin ojos vuela sin tropezar en una habitación cruzada
por cables en todas direcciones. Como se guía? El murciélago no lo sabe, pues no
tiene inteligencia; pero lo sabe Dios que es quien ha hecho el murciélago y le
ha dotado de una especie de radar que emite ondas ultrasonoras, según los
estudios de los norteamericanos Griffin y Galambos (P.
RIAZA, S.I. : Ciencia moderna y Filosofía, n.54. BAC. Madrid.). ¡Qué inteligencia tan grande tiene el
inventor de la Naturaleza!
1,13.- Toda la Naturaleza está llena de
maravillas : las golondrinas en sus migraciones recorren al año quince mil
kilómetros. Las ocas rebasan el Himalaya a seis mil metros de altura. Las arañas
producen al mes tres kilómetros de hilo. La mariposa tiene veinte mil ojos. La
abeja reina pone tres mil huevos al día. La malva produce al año veinticinco
millones de peces. Dios es más maravilloso en lo pequeño que en lo grande. En
1989, con ocasión de un trabajo de investigación que estaba haciendo un equipo
de ingenieros sobre el Sudario de Oviedo, para confirmar la autenticidad de la
Sábana Santa de Turín, estuve en el Laboratorio de Investigación de
Hidroeléctrica Española, donde trabajan estos ingenieros. Allí pude contemplar
en un microscopio electrónico de barrido (scaner) ,que puede llegar hasta los
doscientos mil aumentos, la estructura de un grano de polen, un pelo de mosca,
maravillosamente contorneado, el alvéolo de un ojo de mosquito, etc. etc. Algo
impresionante! No sabe uno qué admirar más, si las maravillas grandes o las
pequeñas. Si las velocidades de las estrellas o la rapidez de la mosca moviendo
sus alas 480 veces por segundo; si el tamaño de los astros o la maravillosa
constitución del átomo compuesto de electrones, protones, neutrones y demás
partículas subatómicas de existencia efímera (MANUEL
M. CARREIRA,S.I.: Metafísica de la materia, VII,1.Universidad de Comillas.
Madrid.); si la exactitud
del movimiento de los astros, o el prodigioso instinto de las abejas para hacer
las celditas exagonales de su panal con la perfección con que podría calcularlas
el mejor de los ingenieros: la forma exagonal permite la máxima capacidad con el
mínimo material, uniendo la resistencia al aprovechamiento del espacio
intermedio. Las abejas realizan en sus colmenas un difícil problema de
estereometría con más precisión que el célebre matemático König, que al hacer el
cálculo se equivoco por una errata en la tabla de logaritmos (JESÚS
SIMÓN, S.I.: A Dios por la Ciencia,XIV. Ed. Codesal. Sevilla. Este
interesantísimo libro, da mucha cultura sobre las maravillas de la Naturaleza, y
engrandece la sabiduría de Dios, Autor de ella.). Los sapientísimos instintos de los
animales, y las leyes todas del Universo están diciendo a voces que han sido
hechos por una gran inteligencia. Precisamente es muy reciente el nacimiento de
una nueva ciencia, la Biónica, que se basa en el estudio de los seres vivos para
hacer aplicaciones por los ingenieros (MIGUEL
RUBIO: La Biónica. Revista IBÉRICA de Actualidad Científica, n.16 (X-63)
400-402.). El nombre de
Biónica es contracción de biología y electrónica. La Naturaleza ha conseguido
cosas de técnica superior a la del hombre. El hombre no ha llegado al vuelo en
zig-zag como la mosca, ni a la bioluminiscencia de algunos gusanos y peces de
las profundidades abisales que emiten luz de su cuerpo.
1,14.- La evolución misma que hoy se estudia
en distintos campos de la ciencia, responde a unas leyes que rigen ese proceso
evolutivo, y que armonizan todas las evoluciones del Universo. La razón
suficiente de las leyes que rigen esta evolución es la inteligencia de Dios.
Antes se consideraba la Naturaleza actual como obra directa e inmediata de Dios.
Hoy la consideramos más bien como el resultado de unas leyes que Dios ha puesto
en la misma Naturaleza, y que han regido la evolución que nos ha llevado a lo
que hoy contemplamos. No puede haber leyes si alguien no las hace. La ley supone
un legislador inteligente, distinto de ella. Todo el mérito de la ley es de
quien la ha puesto. El Dr. Bermudo Meléndez , presidente de la Real Sociedad
Española de Historia Natural y Catedrático de Paleontología de la Universidad
Complutense de Madrid, dice en la Revista IBÉRICA (Revista.
IBÉRICA de Actualidad Científica, n.138 (X-73)551), en un artículo titulado Estado actual de
la teoría de la evolución: Cuanto más investigamos el mecanismo del proceso de
la evolución, tanto más comprendemos la realidad de la existencia de una
inteligencia infinita capaz de haberlo programado todo . El Padre Teilhard de
Chardin , que es actualmente el jesuita de más fama internacional en el terreno
de la evolución, dice que <<la evolución, como todos los procesos
naturales, es un proceso sujeto a una ley que señala una dirección>>
(FOTHERGILL:
Evolución, marxismo y cristianismo en Teilhard de Chardin, II. Ed.
Plaza.). Newton, hablando
del cosmos dijo: <<Hay que reconocer la voluntad y el dominio de un Ser
Inteligente y poderoso>> (ANTONIO
ROMAÑÁ, S.I.: Estado actual de la cosmología. Epílogo. Publicaciones del
Observatorio del Ebro. Tortosa.). Y en otro sitio: <<De donde proviene
todo ese orden y belleza que vemos en el mundo? Fue el ojo ideado sin ingenio en
materia de óptica? No parece claro que existe un Ser Inteligente?>>
(ISAAC
NEWTON: Optics, 3º edición. London 1721, pg. 344s.). Einstein escribió en <<The World as I
see it>>: La ley del cosmos revela una inteligencia de tal superioridad
que comparada con ella todo pensar humano es insignificante . El Premio Nobel de
Física Alfredo Kastler declaraba en agosto de 1968: La idea de que el mundo, el
Universo material, se ha creado él mismo, me parece absurda. Yo no concibo el
mundo sino con un Creador, por consiguiente, Dios. Para un físico, un solo átomo
es tan complicado, supone tal inteligencia, que un Universo materialista carece
de sentido . Toda organización supone un organizador. Si en la Naturaleza hay
seres organizados, es inevitable reconocer la existencia de una inteligencia
organizadora