"El Anticristo consentirá a las tres tentaciones que el demonio propuso a
Cristo en el desierto".
(P. Alfredo Sáenz en el prólogo a la edición Argentina
del Apokalipsis de San Juan del P. Leonardo Castellani.
Y digo yo: así estamos:
El Reino de Cristo no se da; se recibe. Si intentamos dárselo nos ponemos con el Diablo cuando dijo "Tibi dabo" en el desierto de Judá.
Si lo que estamos esperando es que el cielo nos dé la razón, es que esperamos lo que quería el Diablo cuando decía a Jesús que se tirara desde el pináculo del templo.
Si pedimos a la Iglesia que haga ricos a los pobres, estamos pidiendo lo que el Diablo exigió al Hijo de Dios: que convirtiera las piedras en pan.
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