Dolorosa | Pasión | Misericordia |
"Tu misericordia mantiene el contacto entre nuestro ser y Dios". |
"Dios sufre contigo" |
"El hombre es polvo y al polvo volverá, pero a los ojos de Dios es polvo precioso,
porque Dios ha creado al hombre destinándolo a la inmortalidad.
Así la fórmula litúrgica "Acuérdate de que eres polvo y al
polvo volverás"
encuentra la plenitud de su significado en referencia al nuevo Adán, Cristo".
(Benedicto XVI, Audiencia general del 17/02/2010) |
Santo Tomás dice que en nada se muestra tanto la grandeza de Dios como en el perdonar. Es aquello que canta la liturgia: "Tú que maravillosamente creaste al hombre y más maravillosamente lo has restaurado".
«Oh Dios que revelas tu omnipotencia sobre todo en la misericordia y el perdón» (XXVI domingo del tiempo ordinario. Esta colecta se encuentra ya en el Siglo VIII, entre los textos eucológicos del Sacramentario Gelasiano, 1198).
(citado en la Bula de proclamación del jubileo de la Misericordia, 11-4-2015).
"El Espíritu Santo, como en nosotros pide por nosotros, así en
el corazón del Padre condona los delitos con el Padre mismo".
(San Bernardo, primer sermón de Pentecostés, I,4).
En Fátima, durante la cuarta aparición del 13 de julio, la Virgen les enseñó a que rezaran en el Rosario después de cada misterio esta oración: "Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno; lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia"
"El Santo Padre encontró el reflejo más puro de la
misericordia de Dios en la Madre de Dios".
Ver Misa de exequias de Juan Pablo II el Grande (Homilía del Card. Joseph Ratzinger)
Mons. Lázaro Martínez, abundó sobre la etimología de la palabra misericordia, en su original hebreo: "rahamim, plural de la palabra raham, que en hebreo significa útero, el lugar sagrado donde se engendra la vida, y en el que durante nueve meses hay un diálogo de amor y ternura entre la madre y el hijo, diálogo que no termina en el parto, sino que se continúa por toda la vida. La misericordia de Dios es un rahamim, un amor que nace desde lo más profundo, del útero materno, o en otras palabras que Dios nos ama con amor de Padre, y con amor de Madre. Hoy vengo a decirles que Dios les ama, con un amor misericordioso, con un amor de Madre, desde sus entrañas. Y que desde sus entrañas nos dice: venid a Mí todos los que estáis cansados, y yo os aliviaré."
ver Noticias de la Divina Misericordia
Solemos considerar una sola de las misericordias, pero San Bernardo nos enseña
siete:
Ver San Bernardo, Sermón de las siete misericorias
y De los fragmentos de las siete misericordias
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Enlaces sobre la Pasión de N. S. Jesucristo
"Os quiere llevar como a fuertes, dándoos acá cruz como siempre Su Majestad la
tuvo. ¿Y qué mejor amistad que querer lo que quiso para Sí para vos?".
Los que derramaron la sangre del 11-S y el 11-M, no lo hicieron por haber visto "The Passion of the Christ", de Mel Gibson, sino, precisamente, porque no creen lo que ésta representa, como tampoco lo creen los que encendieron su odio.
Vista o no la película, pero conocida la historia, hoy es más urgente que nunca, que el norte y el sur, oriente y occidente, consideremos hasta las últimas consecuencias estas palabras: "Aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre de Siloé y los mató, creéis que eran más culpables que todos los hombres que moraban en Jerusalén?. Os digo que no, y que, si no hiciereis penitencia, todos igualmente pereceréis" (Lucas 13, 4-5) |
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Enlaces sobre la Divina Misericordia
Su Santidad el Papa Juan Pablo II fue como el Cid. Sus hazañas van más allá de su muerte. Hasta la emisoras laicas de un mundo laico hablan de que ha muerto el día de la Divina Misericordia. Ha muerto cuando ha querido. Era muy pillo. Es que cuando no hacemos lo que Dios no quiere, entonces Dios hace lo que queremos. Más profundamente... ha imitado a su Cristo. También su muerte convirtió al centurión: "verdaderamente este hombre era Hijo de Dios". Dives in Misericordia (Ioannes Paulus pp. II), 14 BULA DE CONVOCACIÓN DEL JUBILEO EXTRAORDINARIO DE LA MISERICORDIA
Me mueve al agredecimiendo, meditar que la Divina Misericordia me ha salvado del infierno, y más, considerando que el argumento existencial de que Jesucristo murió por mí, son mis pecados. "Ciertamente si ese martirio hubiera sido solamente mío, habria sufrido menos,
pero cuando miraba a Aquel a quien mi corazón había amado con todas las fuerzas,
que Él sufría y yo no le podía dar ningun alivio, mi corazón se despedazaba en
el amor y la amargura. Agonizaba con Él y no podía morir; pero no cambiaría
ese martirio por todas las dichas del mundo".
"Jesús ha conservado sus llagas para hacernos ver su misericordia.
Ésta es nuestra fuerza y nuestra esperanza".
"No solamente hemos de pedir perdón como perdonamos, como decimos en el
Padre Nuestro, sino que también, con el Evangelio de San Lucas (6,36),
hemos de ser misericordiosos como Dios es
misericordioso con nosotros".
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