Ayer (14-7-14) me impresionó la homilía de la misa de la tarde en la capelinha (eso de su webcam es un cielo, dicho sea de paso). El celebrante dijo que la Virgen de Fátima está triste porque, como buena madre, acompaña a sus hijos en sus penas (todo lo que van a pedir los peregrinos).
Y que nosotros también hemos de acompañarla en sus penas, pero no nos convertimos ni actuamos como su Hijo quiere, después de todo lo que han hecho por nosotros.
Así se entiende la Oración de Jesús en el huerto de los olivos.
El Evangelio de hoy (14-7-14), cuando llaman a Jesús endemoniado porque les dice que quieren matarle, me ha recordado a los progres de los años 60 que llamaban exagerados a los que les advertían de que oiríamos hablar del aborto, el divorcio y la eutanasia.
Los desprecios a los mártires dañan a los que los desprecian. A ellos les glorifican más aun.
Tanto odio a María no es sólo porque no se la quiere por intercesora, sino más porque no nos dejamos amar
Nos angustiamos no sólo porque no tenemos confianza en Dios, sino también porque no estamos vacíos.
Alegrías y sufrimientos. Alegrías, sí. Pero en esta vida hay cosas que acaban en sufrimiento, como la Pasión de Cristo.
No es que tengamos que morir porque vino Jesucristo y murió, sino que porque teníamos que morir, vino Jesucristo y le crucificamos.
Jesucristo hubiese podido redimirnos sin ser crucificado, pero le crucificamos.
Si el hombre pecó habiéndose encarnado Cristo, cómo hubiese podido no pecar sin que se hubiera encarnado. Hasta la Santísima Virgen fue preservada del pecado porque se encarnó y fue crucificado.
Si tuvo amor como para encarnarse por el hombre pecador, cómo pudiera no haber tenido amor como para no encarnarse por el hombre inocente. Pero el hombre inocente sólo podía haber sido fruto de la Encarnación, como lo es la inocencia del hombre redimido y renovado.
El que la Pasión de Cristo sea a la vez Acción de amor al Padre y a los hombres (Ratzinger, liturgia), emociona la Devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
La Acción de amor al Padre y a los hombres que hay que participar en la (Ratzinger, liturgia) es el amor del Sagrado Corazón de Jesús.
Durante el milenio, los hombres rezarán y vivirán litúrgicamente el Ofrecimiento de Obras del Apostolado de la Oración.
Jesucristo vino a rectificar lo torcido, sabiendo que los torsores no se lo perdonarían, y para perdonarlos también a ellos, si no lo olvidan, ni lo ignoran, ni lo desprecian.
El último juez será Jesucristo. No será ni la opinión pública, ni la red, ni el entendimiento único del averroismo medieval.
Es como si Dios hubiera pensado:
-El amor ha de ser sincero.
-El amor sincero necesita libertad.
-Los seres libres acabarían pecando.
-Crear seres amantes libres que no se pierdan requiere redención.
-La redención requiere encarnación.
-La mejor encarnación será con maternidad inmaculada, triunfadora contra
cualquier dragón y su descendencia.
-Haremos redención a sabiendas de que acabará en crucifixión.
(Será como poner un Cordero en una jaula de lobos).
-La crucifixión del Encarnado será tan meritoria y expiatoria que merecerá
resurrección participada por la descendencia de la Mujer.
-Al fin, tras la batalla de las dos descendencias, la Jerusalén renovada
alcanzará la gloria del amor eterno.
El pecado original nos rezuma a todos, digan lo que digan. Se ve mejor en los demás. (No olvidemos que para los demás, cada uno de nosotros somos uno de los demás).
Si con Encarnación hubo pecado, a fortiori sin Encarnación no podía no haberlo habido.
La culpa no causó la Encarnación, sino que ésta se concedió para evitar aquella. Es el maravilloso modo de haber sido redimidos los culpables, lo que hizo feliz la culpa.
Con la previsión de tan sólo el primer instante de la Encarnación, tenía la humanidad gracia suficiente para evitar todo pecado y poder gozar de la vida eterna sin ningún sufrimiento.
Al hacerse de los nuestros todos fuimos suyos, pero como ni nos reconocimos suyos ni le recibimos, han tenido que sufrir hasta los Santos Inocentes.
Pero Dios no retiró el designio y se sometió al sufrimiento de los inocentes, dando sentido tanto a la acción como al sufrimiento, y al redimir de tal modo hizo feliz la culpa.
Lo más "genial" de San Ignacio de Loyola es haber empezado sus Ejercicios Espirituales con la meditación del pecado.
Hay tres materias:
Si el Apokalipsis dice que los santos reinarán mil años con Cristo, los santos reinarán mil años con Cristo.
Siendo así, no se ponga a considerar cómo esto no puede ser. No sea cenizo.
Consideralice lo que puede ser. Sea como sea, será algo bueno. ¿No?. Es lo consolador, lo esperanzador: en la Spe Salvi se enseña que el juicio es uno de los lugares para el ejercicio de la esperanza. Pues eso.
Se evitarían discordias entre grupos buenos con carismas parecidos, si se viviera el "totus tuus" completo: "Totus tuus" et "omnia mea".
Los grupos no se cerrarían y practicarían la "salida" que desea el Papa Francisco.
Es el lema completo de San Juan Pablo II. El todo mi haber y poseer de la oración de San Ignacio. Es el nucleo de la verdadera devoción de San Luis María Grignion de Montfort.
¿Y qué es lo mío? "Todo es vuestro, vosotros de Cristo, y Cristo de Dios" (1Cor. 3,18-23). La historia termina con la entrega del Reino al Padre.
La devoción a la Divina Misericordia es necesaria para que el juicio pueda ser lugar de aprendizaje y ejercicio de la esperanza, como enseña la Spe Salvi.
La devoción a la Divina Misericordia es como la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, pero más próxima al juicio.
Si aumenta la cristofobia es que nos aproximamos al anticristo. ¿No?. Pues a animarse pidiendo a Santa Teresita que podamos entender por qué ella dijo que le hubiera gustado vivir en la época del anticiristo.
Si la nueva evangelización no supone leerse y releerse el Evangelio entero, una y otra vez, sin perder ripio, no será nueva evangelización.
No hay que tener manías cambiando "civilización del amor" por "cultura del amor" por aquello de que lo babilónico siempre ha querido edificar torres en ciudades (cives) y el campo ha "cultivado" mejor lo cristiano, porque la Jerusalén Celestial, que ha de bajar a la tierra, también es una "ciudad".
Toda esperanza intrahistória, venga de donde venga y vaya a donde vaya, que no sea del Reino de Cristo en la historia, es progresismo, pecado original heredado y vivo.
La historia de la tierra también es A.M.D.G.
Fue el hombre el que eligió el camino de la muerte, pero por ese mismo camino vino Dios a buscarle.
Por el último tunel de la vida viene Cristo crucificado a nuestro encuentro.
La alianza se hace con sangre porque para "alearse" hay que fundirse, deshacerse, para rehacerse con Dios en la resurrección de Jesucristo.
Con los ángeles y los santos tenemos como una internet celestial.
El triunfo intrahistórico de Cristo consiste en el reconocimiento social de que la salvación de este mundo es metahistórica, pasando por la renovación apocalíptica y la resurrección universal.
Si el Reino de Cristo pasara por el estado confesional, el triunfo de la Iglesia sería progresivo, en contra de lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica.
El estado tiene que acatar y servir a Cristo Rey, pero sin presumir de ello, lo cual es prácticamente imposible si el estado es confesional.
El P. Alfredo Sáenz, en el prólogo al libro "El Apokalipsis de San Juan" del P. Leonardo Castellani, dice que el anticristo sucumbirá a las 3 tentaciones de Cristo.
Pero, durante el milenio, el pueblo que quedará será pobre y humilde,
como dice el profeta Sofonías. Además el poder a Cristo no se lo ha de dar
Satanás. Ya lo tiene.
Después de la Navidad, cada día es fiesta "y al otro
también". Por eso se
puede hacer del sufrimiento una dicha, como hizo
Santa Teresita del Niño Jesús.
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La liturgia: ocio festivo y anticipo del cielo
"En la paciencia de Dios está nuestra salvación". Desde la Pascua se han alargado los tiempos para darnos oportunidad de convertirnos, pero cuando la perfidia del mal crezca tanto como para impedir que se salven hasta los elegidos, entonces "se abreviarán los tiempos".
El Reino de Cristo no se le da; se recibe. Si intentamos dárselo nos ponemos con el Diablo cuando dijo "Tibi dabo" en el desierto de Judá.
Si lo que estamos esperando es que el cielo nos dé la razón, es que esperamos lo que quería el Diablo cuando decía a Jesús que se tirara desde el pináculo del templo.
Si pedimos a la Iglesia que haga ricos a los pobres, estamos pidiendo lo que el Diablo exigió al Hijo de Dios: que convirtiera las piedras en pan.
"El Anticristo consentirá a las tres tentaciones que el demonio propuso a
Cristo en el desierto".
(P. Alfredo Sáenz en el prólogo a la edición Argentina
del Apokalipsis de San Juan del P. Leonardo Castellani.
Y digo yo: así estamos.
Al insistir en que los misterios son realmente verdaderos, no olvidemos que también son verdaderamente reales.
La intercesión de María es infalible porque es la Omnipotencia Suplicante.
El triunfo de Cristo en la historia no está en nuestras manos. Si lo estuviera, el triunfo sería nuestro y será suyo. Hemos de estar dispuestos a pagar con nuestro fracaso la participación en su triunfo. Tenemos que "tragarnos la muerte" como dice Santa Teresa de Jesús: "Si no nos determinamos a tragar de una vez la muerte y la falta de salud, nunca haremos nada" (Camino de Perfección 11,4).
Ni todo terreno, ni todo celestial. La Jerusalén terrena también tiene su "Historia Sagrada".
Mírese esto: Alfa y Omega.
El "hagamos redención" de San Ignacio en sus Ejercicios es algo tremendo. El modo y manera de la creación, redención y salvación del género humano, ha sido considerado, discutido y decidido desde toda la eternidad. Gotas de esto nos destilan de la oración en el huerto para imitación de Jesucristo: "si es posible..., pero no se haga mi voluntad, sino la tuya". ¿Cómo nos atrevemos a darle vueltas?.
Tenemos una rendija por donde mirar el fuego del horno de caridad en el que se fraguó el designio eterno de los modos y maneras de la creación, redención y glorificación de la Ciudad de Dios y sus ciudadanos: la oración de Jesucristo en el huerto de los olivos.
Así como por el fondo de radiación de microondas adivinamos el calor del big-bang, por la oración del huerto de los olivos atisbamos el fuego de la caridad de Dios. Pero a diferencia de aquel, éste no se enfría.
Imitar a Jesucristo no es "pensarme" un jesucristo a mi gusto y, por ser a mi gusto, imaginarme que estoy imitándole. Soy yo el que tengo que avenirme a lo que Él es.
Hemos de morir por los demás para que puedan estar con Jesucristo en el paraíso, no para que hagan lo que nosotros "nos pensamos" que tienen que hacer. Jesucristo murió por San Dimas cuando ya no podía hacer nada.
La historia de la salvación no está condicionada por la evolución cósmica, sino más bien usa de ella.
Perdido por el pecado, todo tiene que ser re-generado. Por eso "hay que renunciar a todo" y re-nacer con Cristo. Estamos en la oportunidad de esto.
¿Por qué un niño, al ser bautizado, no se transfigura en un angelito resplandeciente? Porque el Hijo de Dios tomó naturaleza humana como la del niño antes de bautizarse, en todo semejante a nosotros excepto en el pecado, y así, con su mismo aspecto que tenía, el niño bautizado es realmente hecho Hijo de Dios.
No entiendo cómo San Bernardo no es más recomendado.
Para sufrir con alegría hay que hacer del patíbulo un altar.
Dios nos ama con paciencia y longanimidad, no por lo que somos sino por lo que podemos ser si nos convertimos. Convirtámonos, pues, y amémonos igual.
Le abandonamos para que cuando Él dijera ¿por qué me has abandonado?, el Padre no le pudiera contestar nada.
Cristo no suprimió el sufrimiento pero le dio sentido. Dar sentido al dolor no quiere decir que lo tenga en sí; lo tiene porque el pecado ofendió a Dios y porque redime a los pecadores. Por eso el amor puede hacer del sufrimiento una dicha.
Todo lo del Reino de Cristo es más bien cosa de pensar en los demás. Es cosa comunitaria. Abierta a todo el mundo.
La Mediación Materna de María se definiría de modo más contundente si se definiera en "particular" para todas y cada una de la gracias recibidas por todos los hijos de Dios durante toda su vida.
En la gracia de la perseverancia final sería abogada y en la gracia de la Redención sería corredentora.
El dogma podría ser: "Maternidad de María en todas la gracias".
Pero si la Mediación Materna de María es una realidad, qué más da que sea un dogma o no.
Lo que hemos de hacer es contar con ella, agradecerla y proclamarla.
No nos salvamos por nuestra confianza sino por el poder de Aquel que la merece toda.
La Mediación Materna de María alcanza desde el primer designio de la creación hasta la consumación del cumplimiento de la profecía más esjatológica, pero cada cristiano la recibe como don al pie de la Cruz: "ahí tienes a tu Madre". Y desde aquel momento, el discípulo, la recibió en su casa.
Jesucristo no vino a fastidiar al mundo. El mundo ya se habia fastidiado. Vino para salvarlo fastidiándose.
Si tiene algo entre manos, in mente o en su corazón, que no tiene que ver con Jesucristo, déjelo. Lo que no está con Él, está contra Él. Por eso es tan peligroso lo del laicismo.
Para movernos a sentir vergüenza y confusión al ver tantísimo como nos falta para alcanzar a Jesucristo, nos puede ayudar lo que dice el P. Iraburu en su artículo "Santos no ejemplares":
«Alegra esa cara, hombre. La confianza en Dios tiene que echar fuera todas esas angustias. Un santo triste es un triste santo»... Hay personas caritativas que hacen esas consideraciones tan piadosas, y que serían capaces de hacérselas en Getsemaní al mismo Cristo: «vamos, Jesús, menos pavor, angustia y sudor de sangre, y un poquito más de confianza en Dios».
Cuando digo "Trinidad, Encarnación, Inmaculada Concepción y Eucaristía son impensables" quiero decir también: "eso ni siquiera se le puede ocurrir a nadie".
Si el universo está delante de nosotros con una existencia "solucionada" y no lo acabamos de comprender bien, ¿cómo podemos pensar que esos misterios sean un invento humano?.
El progresismo, tanto de derechas como de izquierdas, espera su salvación de lo suyo (lo que tiene, pretende y promete). Protesta de que la Iglesia no le ayuda contra el otro, pero es que la religión verdadera consiste en sacrificarlo todo para que sea renovado.
Más que pedir a los difuntos que nos ayuden en las cosas de aquí tendríamos que pedirles que nos preparen las cosas de allí a los que todavía seguimos por aquí.
Si alguien de los más papistas que el papa (si les gusta el papa) ve "inoportunas" las invocaciones después de la consagración, puede ver su "oportunidad" meditando los números 18, 19 y 20 de la Encíclica de San Juan Pablo II el Grande La Iglesia vive de la Eucaristía.
Aquel "no es bueno que el hombre esté solo", en el gran consejo de la Encarnación, se dijo también del Hijo del Hombre y de su costado le fue dada la Iglesia por esposa.
Aquel infinita y eternamente acompañado, que en su Trinidad no puede estar solo, se dignó asumir la soledad de Getsemaní y de los sagrarios abandonados, y entregarse hasta gemir "Dios mío, por qué me has abandonado, para acompañar en su soledad a los que, fuera del paraíso, se habían quedado solos.
Cuando abandonamos a Dios, "no le da igual quedarse solo", como dicen algunos, porque ni se queda solo en su Trinidad de Eterna Compañía, ni Jesucristo evitó sudar sangre en Getsemaní por causa de ello.
El problema de la imposible soledad de Dios y su posibilidad está resuelto aquí: "He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo" (Jn 16,32).
Ser criticados, incomprendidos y despreciados incluso más allá de la muerte, es cosa común y corriente tanto para los mártires del falso profeta (los del martirio del día a día) como para los mártires de la bestia (los del martirio de los que mueren violentamente asesinados). Es iluso pretender otra cosa.
Tanto un caso como el otro tiene que ser tratado con las virtudes de la paciencia y de la longanimidad, que perdonan y olvidan la injusticia de los verdugos y les aman, no por lo que son, sino por lo que pueden llegar a ser si se convierten.
Atención a la humildad:
"Humildad que nos hace conscientes todos los días de que no somos nosotros los
que tenemos que construir el Reino de Dios, sino que es siempre la gracia del
Señor que obra en nosotros".
Homilia del papa Francisco en la Solemnidad de San Ignacio de Loyola
Por Cristo todo es fruto de María.
La celebración de la liturgia se nos hace más sustanciosa si en vez de hacer énfasis en que es así porque así ha sido siempre, saboreamos por qué ha sido así precisamente.
Hacen mucho bien los párrafos en que Joseph Ratzinger, en su libro "El Espíritu de la Liturgia, una introducción", contempla que Moisés dice al Faraón que su pueblo ha de salir de Egipto para dar culto a Dios, de la manera que Dios mismo les dirá y sin que los egipcios puedan molestarles.
Más tarde recrimina a su pueblo el haber hecho por su cuenta una imagen del dios que les ha sacado de Egipto y le están dando su culto a su manera.
Esa imagen no la pueden hacer ellos. Es Jesucristo, Dios y hombre, Hijo de Dios y de Maria Virgen, Sumo Sacerdote, Victima y Altar.
He aquí el corazón de la "prueba final": la profanación de la fe. Que, entre
otras cosas, es muy evidente - observó Francisco - dado lo que padece el
profeta Daniel, en el relato de la primera lectura: echado en la fosa de los
leones por haber adorado a Dios en lugar de al rey.
Por tanto, "la desolación de la abominación"
- reafirmó el Papa - tiene un nombre preciso, "la prohibición de adoración":
SS el Papa Francisco en Santa Marta el 28 de noviembre del 2013
"En aquel tiempo habrá una calzada de Egipto a Asiria, y asirios entrarán en Egipto, y egipcios en Asiria; y los egipcios servirán con los asirios a Jehová. En aquel tiempo Israel será tercero con Egipto y con Asiria para bendición en medio de la tierra; porque Jehová de los ejércitos los bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad". (Isaías 19,23-25)
No seamos ilusos. Esto no será sin previa regeneración.
En vez de recelar por discrepancias, confiemos en la gracia unificante.
Cada vez veo más claro que todas estas preces que rezamos después de la Liturgia de la Palabra, si no se cumplen es porque no queremos que Él reine sobre nosotros, y que se cumplirán durante los 1000 años del Reino de Cristo, después de la Parusía, para que Cristo pueda entregar su Reino al Padre al final de la historia.
¡Cómo me gustaría decirles esto a los que las escriben, sobretodo a los que ponen esas que "se pueden añadir" y llaman "libres"!
En Cristo el sufrimiento es dicha. El sufrimiento mismo, no sólo el fruto de ese sufrimiento. Esto es así por el amor.
El Corazón de Dios se hubiera ablandado sin la Pasión de Cristo, pero Jesucristo quería ablandar el nuestro, para que diéramos con Él gloria al Padre. Y aun así, a veces no basta.
En el twitter del día 14 de enero del 2014, SS. el Papa Francisco, dice: "Demos siempre gracias a Dios, sobre todo por su paciencia y misericordia".
En la paciencia de Dios está nuestra salvación... Visto cómo está todo lo que no está como debería estar, esta frase me espanta. "La inmediatez con lo divino es algo tremendo", decía el P. Leonardo Castellani S.J.
En este sitio tengo dos páginas que se refieren a las dos palabras: paciencia y misericordia.
No podemos prever lo que Dios nos tiene preparado personal e históricamente para nuestra salvación. No nos empeñemos en que suceda lo que nosotros tengamos "previsto", ni para nosotros ni para los demás. Las profecías no están hechas para que podamos prever el futuro, sino para que "cuando sucedan, recordemos que es lo que se nos había dicho".
Toda la Gracia del Espíritu Santo nos regenera pasando por un Sagrado Corazón de hombre y por un Inmaculado Corazón de mujer.
Para participar en la Pasión de Cristo no es necesario que nos azoten atados a una comumna. Tan sólo bastan ya las múltiples contrariedades que encontramos a cada paso por la vida ordinaria.
Participémoslas y no les demos vuelas expectándolas o recordándolas para que no nos separen del amor a Jesucristo.
Al consideralizar los beneficios recibidos no se puede olvidar la suspensión de las penas merecidas.
Los que le matamos fuimos nosotros. Él lo aceptó y lo ofreció por nuestros pecados. Hubiera podido redimirnos con un beso al cielo, pero le crucificamos.
El mismo Dios que nos redimió en la Cruz, es el que legisló que si comíamos de la fruta moriríamos
En cuanto a que el matrimonio es signo de un gran misterio entre Cristo y su Iglesia, los viudos no hemos perdido cristiandad con nuestro nuevo estado, porque ahora la Iglesia, en cierto sentido, está viuda.
Es sorprendente que las obras de los fieles se hagan inconscientemene,
como se dice en Mateo 25.
(P. Miquel Bonet, homilía 10-3-14).
"Procuremos ahora que la ansiedad y la soberbia de las cosas de esta vida
presente no nos sean obstáculo para conformarnos de todo corazón a nuestro
Redentor, siguiendo sus ejemplos. Nada hizo él ni padeció que no fuera por
nuestra salvación, para que todo lo que de bueno hay en la cabeza lo posea
también el cuerpo".
(San León Magno, Sermón 15 Sobre la pasión del Señor, 3-4: PL 54, 366-367)
¿Hemos de vivir el presente, o la eternidad? Si miramos la humildad de nuestra vida humana material, como San José, hemos de vivir el presente. Nosotros hemos de dejar el pasado a la misericordia de Dios, confiar el futuro a su providencia, y vivir el presente. Como hombres con alma espiritual, redimidos por Cristo, hemos de hacer de nuestra vida una Misa, donde "el pasado y el futuro se compenetran y tocan la eternidad", como explica Benedicto XVI en "El Espíritu de la Liturgia",
En resumen: para nuestra vida. el presente; para la historia de la salvación, la eternidad.
Para consuelo de las víctimas de esa persecución terrorista, que tira la piedra y esconde la mano, digo esto: que así llegan a parecerse a Jesucristo cuando le decían "adivina quién te ha pegado".
Pascua 2014
Ni quedó la muerte sin ser subsumida por la Encarnación
Ni dejó de cumplirse toda justicia
Ni faltó el amor para el don total
Qué rastreras me parecen algunas titulaciones de los salmos: "salmo tal, para cuando te va bien", "salmo cual, para cuando te va mal".
Siempre, en la historia de la salvación, nos va bien y nos va mal... A todos y a cada uno.
Es admirable que las catequesis del Papa en las audiencias generales, sean entendidas, por los peregrinos de distintas lenguas, en una sola Fe.
"Nuestros tesoros en el cielo son las almas de los nuestros" (Mn. Angel E. Pérez, 20-6-2014).
Cristo murió del todo. No por fracaso de su poder, sino por exceso de su amor. Es que somos tan desagradecidos y ciegos que ni así bastó: incluso durante el milenio, con la Jerusalén celestial descendida a la tierra, cuando Satanás sea de nuevo desatado, se atreverán los hombres contra Dios y sus santos y tendrá que bajar fuego del cielo para llevar toda la escoria al lago que arde con azufre, antes de poder entregar el Reino al Padre, y entrar en la eternidad.
Hemos de vigilar que la certeza de la fe no se extienda sobre la de nuestras vanas opiniones, pero también, y más, que la humildad frente a las vanas opiniones, nuestras y de los demás, no nos aparte de la certeza de la fe que nos da el Espíritu Santo.
Nos acostumbramos a pensar la Pasión de Cristo como algo que ha ocurrido en la historia de los hombres, pero es que la Pasión de Cristo ES por la historia de los hombres.
No hemos de esperar pasivamente que la Parisía venga a solucionarnos todos los problemas, pero sí hemos de esperar cosas que son necesarias para nuestra salvación y que, siendo imposibles para los hombres, son posibles para Dios.
"Si todos ruegan por todos, habrá que decir también que todos ruegan por cada uno".
(Del Tratado de san Ambrosio, obispo, Sobre Caín y Abel, Libro 1, 9, 34. 38-39: CSEL 32, 369. 371-372)
Lo del Reino de Cristo no es una curiosidad, ni una devoción posible como la de la medalla de San Benito, por ejemplo. Está rotulado en el árbol de la Cruz. Ante esto sólo hay dos opciones: llorar o crucificar mártires.
"La Encarnación no está consumada hasta que llega a la profundidad del Santo Sepulcro" (Mn. Ángel E. Pérez 27/10/2014).
Nosotros no podíamos redimirnos ni entregándonos para crucificar.
El Señor podría habernos redimido sin que le crucificasen.
La esperanza trascendental sólo es apocalíptica.
"Nos llegó todo esto sin haberte olvidado, sin haber traicionado tu alianza". El Salmo 44,18-27, es la oración de los Santos Inocentes abortados.
(Salmo 44)
“Babilonia cae por corrupción; Jerusalén por distracción, por no recibir al Señor que viene a salvarla. No se sentía necesitada de salvación".
(SS Papa Francisco, Santa marta 27 11 14)
Los sufrimientos de Cristo no son para obtener de Dios lo que quiere el progresismo, sino el sacrificio, la destrucción de lo que quiere el progresismo.
La certeza de la fe aumenta con los vacios de San Juan de la Cruz. A medida de que se hace más desnuda, se hace más cierta.
En la Cruz de Cristo había lo que hizo cada día.
Mientras no lo arreglen, no olvidemos que cuando nos dicen: "bienaventurados los invitados a la Cena del Señor", están traduciendo del latín "beati qui ad cenam Agni vocati sunt", y "cenam Agni" significa "Cena del Cordero". El Dr. D. Pedro Tena, obispo auxiliar de Barcelona y miembro preclaro del Centro de Pastoral Litúrgico me dijo, cierta vez, que sería mejor "Cena del Cordero".
Hemos roto la creación. Cristo se pone bajo su derrumbe y nosotros nos reedificamos con sus méritos.
Cualquiera de nosotros puede reunirse con dos o tres santos, para pedir con Jesucristo lo que prometió que así nos daría.
Jesucristo expuesto en la custodia para ser adorado, sigue existiendo como alimento, esperando alimentar.
Lo digo y lo muestro,
pero no oyen ni ven, son sordos y ciegos, tienen ojos y oidos, pero por el corazon duro ni oyen ni ven. Muchos profetas y reyes lo desearon ver y oír, y no lo vieron ni oyeron. Rio y no rien, lloro y no lloran. No se dejan amar. Pero oirán y verán, y llorarán, y la boca se les llenará de risas al volver con las gavillas. |
Si no aceptamos la creación, ¿cómo vamos a creer en la regeneración?
Vamos hacia donde Dios nos quiere tanto por los que nos ayudan a hacer lo que queremos, como por los que nos lo impiden.
Dios sólo quería que nos dejáramos querer. Jesucristo lo dio todo a cambio de nada y ni así.
Cada vez que oigo explicar que San Lucas (2,7) llama primogénito al Niño Jesús con erudiciones científicas, pienso en el diablo echando balones fuera: no nos deja contemplar nuestra filiación divina y mariana. Más valdría tener presente lo del sermón de San Agustín: "El, el Hijo único, murió por nosotros para dejar de ser único". (De los Sermones de san Agustín, sermón 171, 1-3. 5: PL 38, 933-935).
Una historia designada desde una eternidad, digna de ser recordada por otra, tiene que ser algo tremendo.
Edificad sobre Roca. La Roca es Cristo. (Mn Miquel Bonet 25-6-15).
Reza por ellos y confía. No se han de convertir a nosotros sino a Cristo.
Según la sentencia de Alain de Lille "el universo es una esfera, cuyo centro está en todas partes y su circunferencia en ninguna", y la reciente cosmogonía de la inflación, segun la cual, desde cualquier punto, vemos la luz originaria al final de cualquier dirección, es decir, mirando a lo alto, podemos ver en ello una metáfora de la frase de Zacarías (Lc 1,68-79) "nos visitará un Sol que nace de lo alto".
Consideralizándolo todo, no podía quedar mejor: recibir el Reino como niños.
Nadie se salva fuera de la Iglesia, pero la Iglesia ES más de lo que cabe en cualquier cabeza.
Siempre ha habido quienes en vez de recibir el Reino como niños (Lc 18,17) tratan de imponerlo como políticos y, claro, a esos sí que hay que decirles: niños, estaos quietos !
Sal de la tierra y luz del mundo De las homilías de San Juan Crisóstomo, obispo, sobre el evangelio de san Mateo Homilía 15, 6.7
Jesús aceptaba sus sufrimientos en el huerto de los olivos para que nos pasara el cáliz de lo que merecían nuestros pecados.
"Aquella generación, a la que aludía Jesucristo, era como la actual: hay gentes que, con tal de no convertirse o comprometerse, les ofrezcas lo que les ofrezcas, siempre tienen razones para negarlo; ellos siguen sentados, y no juegan". (P. Miquel Bonet, homilía 16/9/2015).
"!Ay de los que arrastran la culpa con cuerdas de bueyes, y el pecado con sogas de carretas! Los que dicen: «Que se dé prisa, que apresure su obra, para que la veamos; que se cumpla en seguida el plan del Santo de Israel, para que lo conozcamos.» ¡Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!" (Iasìas 5, 18-20).
Si los ángeles hacen girar los mundos para la generación, qué no harán los Ángeles Custodios para la regeneración.
Cuatro trompetas:
Cristo nos redime; María quita el obstáculo. Somos de Cristo porque es Dios y nos ha creado; y porque es hombre y nos ha redimido; María quita el obstáculo: el dragón, la bestia y el falso profeta.
Hay preces que parecen buscar la ayuda de Dios para las propias quimeras.
La Virgen tiene como una guardería en la que los niños pueden jugar a que le sirven a Dios para algo.
Cuando Jesucristo dice que lo hemos de dejar todo por Él, dice indirectamente que Él es Dios. Hemos de evaluar si estamos dispuestos, como el que construye una torre. Si nos faltan fuerzas hemos de hacer las paces con Él para que nos las dé, como el rey impotente hace con el enemigo más poderoso. (Homilía del P. Miguel Bonet, 4/11/2015).
La misericordia florece en la confesión sacramental.
Los entusiastas del punto omega a lo Theillard de Chardin ignoran el origen del universo, la luz del punto alfa. Dicen que la palabra viene del silencio, siendo así que todo viene de la Palabra, incluso el silencio. Y la Palabra es Luz; Luz de Luz; está en todas las cosas y los ciegos no la ven. Todavía puede medirse el eco de los replandores del inicio en el fondo de radiación cósmica. Cristo es Alfa y Omega, no sólo omega. No han mirado nada de la metafísica de la luz. Han apagado las luces de la edad media y se han quedado a oscuras. El nominalismo les ha llevado al origen de las ideologías del mal: el "pienso, luego existo".
"Jesucristo no sólo comió en casa de Zaqueo; se hospedó". (P. Miquel Bonet, homilía 17-11-15)
Los sacramentos son las entrañas de la Iglesia. (Cfr. San Bernardo, Sermones sobre los cantares, 66,4)
Para las religiones orientales, Dios es "un Dios desconocido". Por eso podemos hablarles de Él como San Pablo en el Areópago: ese Dios se nos ha manifestado en Jesucristo.
Algo muy notable durante el milenio será que Satanás estará atado. “Si yo arrojo los demonios por el poder de Dios es señal de que ha llegado a vosotros el reino de Dios” (Lc 11, 14-23).
El P. Ramón Orlandis S.J. decía: "La perfección, por ser perfección, no es menos perfección". Luego la perfección es una de estas cosas que están por encima de todo lo que podemos pensar. Es nombre divino: "Sed perfectos como vuestro Padre Celestial", Mt 5,48. Así que la perfección no puede ser lo que "nos pensamos".
Ramón Llull, en el libro del Amigo y el Amado, tiene para el 23 de julio:
"Afermava l'amic que en son amat era tota perfecció: e negava que en son amat no havia null defalliment. E per açò era qüestió qual era major: o l'afermació, o la negació".
La tercera aparición de Jesucristo resucitado que nos dice San Juan, enseña que Jesucristo no sólo se aparece en los lugares de culto, sino también en los quehaceres diarios. P. Miguel Bonet, homilía 1-4-2016
La meditación de las bienes recibidos incluye toda la historia del pueblo de israel, y lo mesiánico, y las revelaciones y promesas.
Tiene relación con lo que dice San Agustín: "Mucho más increíble es lo que ha sido ya realizado: que Dios ha muerto por los hombres". (De los Sermones de san Agustín, obispo. Sermón Güelferbitano 3: PLS 2, 545-546). Realmente, lo que ya ha sucedido es maravilloso. Bastaría con ello.
Además, Dios que lo ha dado, completará lo que falta.
A Dios no le podemos yuxtaponer nada.
Si habiendo muerto Cristo en la cruz no nos convertimos, ¿cómo vamos deseando que Cristo nos hubiese redimido sin sufrir?.
El Evangelio es para el presente: ¿Son pocos los que se salvan? Entrad por la puerta estrecha, ahora, para poderos reunir con los muchos que vendrán del norte y del sur, de oriente y de occidente. (P. Miquel Bonet 26 10 2016)
Al fin, la fe de Zacarías abarca todo el Benedictus.
Lo que María creyó desde el principio es todo el Magnificat.
Infalibilidad pontificia no quiere decir que las cosas son lo que dice el Papa, sino que el Papa dice lo que las cosas son.
Sí. Dios hubiera podido crear un universo sin defecto; y lo hizo: es la Inmaculada Concepción; la que el Dragón Rojo no tolera.
Nuestra Fe no tiene nada de particular; es la Fe de la Iglesia.
No sólo hemos de desconfiar de nosotros, sino que además hemos de confiar en Dios.
Los 5 primeros sábados de Fátima sugieren los 5 meses de duración en la quinta trompeta del Apocalipsis; el P. Castellani explica que 5 meses por 30 días son 150 días-años, y 1939 de la gran guerra, menos 1789 de la revolución francesa son 150 años.
Dios escribe recto con renglones torcidos; pero los que los torcemos somos nosotros. Lo verdaderamente maravilloso es ver cómo reescribe Él.
Si reconozco que soy un fariseo, puedo hacer la oración del publicano.
No se entristezca si le hacen lo mismo que aquello de lo que le acusan; todos somos hipócritas; a Dios le hacemos eso: "En lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo" (Rm. 2,1).
El canto del Magníficat inspiró la Fe de Zacarías y pudo cantar el Benedictus.
Lo más maravilloso es ver cómo Dios arregla lo que nosotros estropeamos; desde el origen hasta el final de la historia.
Primavera y plenilunio eran buenos para salir de Egipto, pero después la luna llena es pedestal de María, al pie de la Cruz y por toda la eternidad.
El cristianismo no lo fundó ningún Papa; fue Jesucristo el que fundó el papado.
Pudo haber una ascensión en Galilea y otra en Getsemaní. Las ascensiones que pudiera haber habido no tienen que ser forzosamente últimas y definitivas, y más porque lo último y definitivo será el retorno.
No hay mayor inmediatez con lo divino que la filialidad.
Al acordarme de que Chesterton se convirtió al catolicismo porque "perdona los pecados" me digo: ¿Cómo es que los que dicen tanto que Dios en la Encarnación ya dio muchas cosas al cosmos, no enfatizan que dio poder a los hombres para "perdonar pecados", siendo eso aquello en que más manifiesta Dios su poder?.
Dios es grande, pero se hizo pequeño.
María fue con prisas a ayudar a Santa Isabel, pero esto es lo de menos. Fue a cantar el Magníficat, lo que santificó al Bautista y encendió la fe de Zacarías. Cuando oyó el Benedictus, ya se volvió tranquila a Nazareth.
Lo que cuesta perdonar ayuda a ver la gravedad del pecado, (Mn. Angel E. Pérez, homilía 16/9/2017).
La Coronación de la Virgen no es sólo un misterio celeste; también es un misterio terrestre.
La oración del Centurión, además de todo, tiene el encanto de valorar la oración de intercesión, Mn. Ángel E, Pérez, homilía 18/9/2017
Todas la desgracias naturales son castigo del pecado; todas son apocalípticas, porque el Apocalipsis es para toda la historia.
Y siempre hay que consideralizar que si Egipto se hubiera convertido con la plaga X, no habrían sucedido las siguientes.
Dios no creó partículas; lo hizo todo como semillas.
"Las ideologías del mal se vencen con la mística hispana" (Marcin Kazmierczak).
El futuro no lo hemos de decidir nosotros; lo hemos de dejar en manos de Dios.
El prójimo nos lo hacemos nosotros con la misericordia (P. Miguel Bonet 9/10/2017)
"Este aposento para la oración va contigo a todas partes, y en todo lugar donde te encuentres continúa siendo un lugar secreto, cuyo solo y único árbitro es Dios". (San Ambrosio).
Cuando tengamos a la Inmaculada en lo alto del Kremlin, no presidirá un parlamento, sino los coros de los ángeles con los mártires; y entonces los parlamentarios parlamentarán con reverencia, hasta que se cumplan los mil años.
Cuando vuelva el Hijo del Hombre encontrará Fe porque estos días se abrviarán; si no se abreviasen, nadie se salvaría.
Rey del universo; del universo implica del cosmos y de la historia; del cosmos implica de la creación, de la conservación y de la consumación; de la historia implica de lo social y de lo político; en la intrahistoria y en la metahistoria, hasta la Jerusalén Celestial.
No quieren Parusía, pero lo que quieren no puede ser sin Parusía.
No hay nada de inmanencia, ni en la Encarnación, ni en la libertad, ni en lo cósmico e histórico; lo que pasa es que parece que la haya, porque "la Gracia no destruye la naturaleza, sino que la sana y la eleva, y así la salva".
No es que Jesucristo buscara en el mundo algo para simbolizar la eucaristía, sino que Dios creó el mundo para que diera pan y vino para darse como alimento en su Eucaristía.
Con el misterio pascual, lo que era castigo se nos convierte en mérito.
Las tentaciones de Cristo entran en el primer misterio de la luz; son infidelidades al Reino de Cristo.
La creación fue sucesiva por la materia.
La música de las esferas es una ópera eucarística; la creación corpórea entera fue para dar pan y vino, y eso para instituir la Eucaristía.
No es lo mismo hablar con Cristo que hablar con Cristo crucificado.
Más poderoso es Dios crucificado para tener allí presente tu ahora, que tú para montarte una composición de lugar para hacer como que te presentas ante Él en el Calvario.
Sin nacer de María no hay unidad.
¡¡¡Todos recibimos el Espíritu Santo con María Madre !!!
Vamos por los tiempos del último misterio del Rosario.
Todo acaba con la entrega del Reino al Padre; muy bonito, pero cuidado !!!
Hay una parte de las gentes que se subleva contra el Campamento de los Santos, baja fuego del cielo y los devora; para que digan que el infierno quedará vacío. (Ap. 20, 9-10)
Así como "las tres personas hicieron que la naturaleza humana se uniera a la única persona del Hijo" (Sth 3 q3 a4 c ), también las tres personas hicieron a María Hija del Padre, Madre del Hijo y Esposa del Espíritu Santo.
La Visitación:
- la notificación al Sacerdote
- la justificación del Bautista
- el Magnificat
- la fe de Zacarías para preparar el Benedictus
- el himno de Isabel a la Madre de su Señor
- "el Señor es contigo", su Emmanuel privado.
(solemos quedarnos con sólo que se fue a hacer compañía a su prima por fregar los platos, barrer la casa, y eso.)
Platón confundió potencia y privación; Aristóteles no.
Descubierto esto, me permite establecer un plan para de ahora en adelante.
Al "fiat" creador correspondió el "fiat mihi" del Corazón Inmaculado.
Ver: La esperanza en el triunfo del Corazón Inmaculado de María
"Cuando hacemos un propósito, deberíamos más bien proponer el pedirlo a Dios, porque nosotros no podemos hacer nada" (P. Tiburcio Arnáiz)
La ocasión del joven rico es también para los laicos. Aquí es bueno consideralizar el lema de San Juan Pablo II "Todo tuyo y todo lo mío es tuyo","Totus tuus" et "omnia mea", y el ofrecimiento de obras del Apostolado de la Oración
La Veritatis Splendor nos enseña que la vocación de hacer lo bueno para alcanzar la Vida Eterna, es para todos.
¡¡¡ Ojo !!!, hay "progres" que utilizan esto para eludir la vocación religiosa.
Ver: Fidelidad a la vocación, P. Iraburu
Da miedo ser capaces de decir: ¡ven Espíritu Santo! y luego no hacerle caso.
Contra la gnosis, Encarnación; con la materia de Aristóteles y María Madre de la Iglesia.
¡¡¡ Lo que le costó a San José que podamos celebrar las Navidades !!!
Aquí en mi parroquia, el Sr. Rector predicó bien de la segunda lectura... En Dublin, en cambio, lo hicieron más fácil: suprimieron el versículo "esposas, estad sujetas a vuestros maridos". Nadie predica la toma de posesión de la Tierra por la Mujer vestida de sol, y eso que es "un misterio grande": Cristo y la Reina, también de la Tierra.
Si es Cristo quien salva, por qué busco asegurarlo yo.
No pasó de Él su Cáliz pues aun así seguimos pecando.
Entre Cristo Rey y Navidad la liturgia es doble; amemos la primera venida para poder gozarnos de la segunda.
La hora del Ángelus encierra toda la historia.
El cielo será como un domingo eterno de Cristo Rey.
La Alianza Eterna se hace con sangres temporales.
Inmanencia es lo que uno se quiere salvar de su vida.
"Es ahora preciso que Cristo lo posea todo, porque él lo creó todo, lo redimió todo, y lo glorificará todo". (San Bernardo, Sermón 5 de Adviento, 1-3: Opera omnia, edición cisterciense, 4,1966,188-190)
Tenemos que consagrarnos nosotros, con todo lo nuestro.
Quijotes de letras, error judío; quijotes de ciencias, error griego
Lo primero de la Redención es la Concepción de su Madre
La Cruz nos regenera la belleza de la creación que mató el pecado.
El Benedictus resume lo que hablaron Isabel con la Virgen.
Con José por María a Jesús.
Los que piensan que los pecados permanecen no siguen a Cristo en la regeneración.
¡Sin miedo! ¡Abrid las puertas! ¡Él ES!
¡¡¡ Con la Cruz, seguimos a Cristo que sube a Jerusalén !!!
Los que "se piensan" llegar a Cristo sin Madre, tienen osadía satánica.
La Fe es a la vez don de Dios y aceptación del hombre; don que incluye la aceptación y aceptación que incluye la Gracia.
Eso que nos duele es el fogón del amor.
Muchas "preces" no serán sin Parusía.
¡¡¡ Qué dirán Santos Cirilo y Metodio de sus europeos !!!
Tan pérfidos que agotamos el Amor de Cristo; y con desprecio aun lo desperdiciamos.
Ni nosotros, ni nada: sólo Dios basta; con nosotros, y todo.
El bautismo nos regenera y la confesión nos resucita.
"El sacramento de la reconciliación con Dios produce una verdadera "resurrección espiritual" (CIC 1468).
María nos quiere desde su seno, como a Jesús.
"Tú eres quien me sacó del vientre,Consolaos con lo de la libertad y la gracia en la Anunciación.
La Oración del Huerto alcanza los Tiempos Apocalípticos.
La Pascua hizo del cosmos su Santo Grial
Me indigna que, después de dimitir Benedicto XVI, haya tanto papanatas que se atreva a juzgarlo todo, opinar de todo, arreglarlo todo y prometerlo todo.
Papa ángelus 7 7 2019 (Origen de la 72 naciones, 72 discípulos)
La página del Evangelio de hoy (cf. Lc 10,1-12.17-20) presenta a Jesús que envía en misión a setenta y dos discípulos, además de los
doce apóstoles. El número setenta y dos probablemente indica todas las naciones. En efecto, en el libro de Génesis se mencionan
setenta y dos naciones diferentes (cf. 10,1-32). Así, este envío prefigura la misión de la Iglesia de anunciar el Evangelio a todos
los pueblos. Jesús dijo a los discípulos: «La mies es mucha y los obreros son pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies» (v. 2).
Sólo Jesucristo ha hecho la ciudad terrena camino de la celeste.
Nos era imposible lo posible y, por Jesús, nos será posible lo imposible.
El fin del mundo será apocalíptico, no cosmológico.
La Pascua es una alegria tan inmensa que lo es aunque te mueras❗
El Amado está en el origen de nuestro nacer y en la puerta de nuestro renacer.
Absentà's l'amat a son amic, encercava l'amic son amat ab memòria e ab enteniment, per ço que el pogués amar. Atrobà l'amic son amat; demanà-li on havia estat. Respòs: - En l'absència de ton remembrament e en la innorància de ta intel·ligència. (Llull, Llibre d'Amic e Amat, 1 d'abril)
Cristo nació Niño y volverá Rey
¡¡¡ Señor, Tú sí que me quieres !!!
Por sólo mi pecado pasó todo lo que pasó en el Calvario; por los demás ya no podía pasar más.
El tomad Señor y recibid ignaciano recuerda el totus tuus
Camino(s) ascendente(s):